La compañía valenciana Planificación y Soluciones Aéreas (Plysa SL), impulsada por Carlos Bertomeu y el resto de sus socios en Air Nostrum, aterriza por fin en el negocio de la extinción de incendios forestales. Fue hace ya tres años cuando el presidente de la aerolínea impulsó la constitución de esta firma dentro de su política de diversificación de negocio en el sector de los servicios aeronáuticos.
Desde entonces, Plysa ha ido quemando etapas a través de la compra de aviones, primero, y la formación de pilotos después para entrar en un sector ciertamente controvertido, salpicado en los últimos años por los escándalos. En concreto, por la existencia de un presunto cártel que se repartía los concursos públicos en las diferentes autonomías. Ese cártel ha sido señalado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y está siendo investigado por los tribunales.
Con todo, Air Nostrum se ha hecho un hueco en ese mercado. Finalmente, se estrenará en Galicia. La mesa de contratación de la Conselleria del Medio Rural, reunida el pasado 21 de junio, ha decidido proponer a Plysa SL como la adjudicataria del contrato de servicio de dos aviones de carga en tierra destinados a la defensa contra incendios durante los años 2019, 2020 y 2021.
El contrato, que aún no ha sido adjudicado formalmente, comienza el próximo 1 de agosto. Para este primer año, el servicio se prestará durante 92 días por cada uno de los dos aviones. Para 2020 y 2021, los aparatos estarán a disposición de la administración autonómica gallega durante 184 días, la mitad del año.
Plysa ha sido la única ofertante para un contrato que tiene un presupuesto base de licitación de 1,85 millones para los tres años, según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV. La firma del grupo Air Nostrum ha presentado una oferta de 1,57 millones, lo que supone una rebaja del 15 %. Además, la oferta de Plysa incluye mejoras como 100 horas de servicio extra y gratuito para la administración, así como 20 días de servicio extra en cada anualidad y de nuevo sin coste para la administración. El contrato, por otro lado, contempla la posibilidad de ser prorrogado hasta en tres años, con un presupuesto de otros 1,85 millones de euros.
Galicia apuntaba desde hace tiempo como la puerta de entrada de Air Nostrum para este sector. Allí había enviado a algunos de sus aparatos como base, para realizar prácticas y entrenamientos de cara a futuros contratos.
Estrategia de diversificación
Plysa, según la información facilitada por la compañía en la última presentación a los medios, ya ha incorporado cinco aviones a la flota, además de comprar dos más recientemente. «Esta compañía tiene la intención de presentarse a los concursos de extinción de incendios forestales por medios aéreos que se vayan a licitar en las diversas comunidades autónomas españolas y fuera de España», señaló la empresa el pasado mes de marzo.
Bertomeu, con vistas a exprimir la diversificación de negocio y también geográfica, ve futuro en este negocio por la posibilidad que permite también de trasladar las naves a otras latitudes, aprovechando el parón invernal del mercado aquí.
La valenciana Air Nostrum ha sido muy ambiciosa en su entrada en este sector. Plysa pidió en 2018 fondos al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financia la mitad de la adquisición de hasta 50 aeronaves.
