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El campo teme que el acuerdo con Mercosur agrave la crisis citrícola

Cítricos, arroz y carne de vacuno son algunos productos valencianos potencialmente afectados

El campo teme que el acuerdo con Mercosur agrave la crisis citrícola

Toda negociación comercial acaba siendo un quid pro quo. O sea que una parte cede en unos productos y la otra, en otros. Y cuando la Unión Europea cierra tratados con regiones menos prósperas, suele perder en materias primas y artículos poco elaborados a cambio de colocar a su socio productos de mayor valor añadido. Aunque aún se desconoce el detalle del histórico acuerdo entre la UE y Mercosur, de lo que ha trascendido se concluye que esta vez la norma se va a cumplir de nuevo. Así, el mercado europeo será más permeable, por lo que a la Comunitat Valenciana afecta, a las producciones agrícolas y ganaderas de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, y estos países, a su vez, liberalizarán la entrada de artículos europeos como los coches.

Por tanto, hay sectores con motivos para la celebración -por ejemplo, el automóvil y, en consecuencia, Ford Almussafes, muy volcada en la exportación- y otros para la crítica, como el agrario, que augura efectos perniciosos para producciones tan emblemáticas como los cítricos y el arroz.

La Unió de Llauradors aseguró ayer a este diario que el citado acuerdo, que se ha demorado dos décadas, es «negativo para los intereses de los productores valencianos» y detalla «la evidente inquietud por el desmantelamiento de la industria de transformación de zumos de cítricos ante el previsible aumento de las importaciones de Brasil; por el incremento de las importaciones de limones de Argentina; las repercusiones de la entrada de más producción de arroz, principalmente desde Uruguay, o la incidencia en el sector vacuno de carne por el posible crecimiento de las entradas desde Argentina».

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, expresó a este diario con claridad su temor a que el citado acuerdo «agrave la crisis citrícola», uno de cuyos principales causantes es la apertura del mercado de la UE a producciones de terceros países, como Sudáfrica o Egipto. En su opinión, «es una nueva vuelta de tuerca al sector», porque «aumentará la competencia desleal al ser las condiciones laborales y fitosanitarias en Mercosur menos estrictas que en Europa». En su opinión, «el acuerdo para determinados productos hortofrutícolas supone un peligro potencialmente tremendo y va a generar mayor inestabilidad a los productores». Aguado, que recordó que el pacto no ha contemplado, como pidieron Francia, Italia y España, que se considerara a los cítricos como un producto sensible, se mostró expectante -«hay que ver la letra pequeña»- respecto a las cuotas que prometió el comisario de Agricultura Phil Hogan.

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