Las estadísticas confirman la recuperación del sector industrial como uno de los motores, junto a los servicios, de la reactivación económica valenciana. Pese a las dudas que generan en los últimos trimestres los expedientes de regulación de empleo en sectores de gran influencia, como el del automóvil, las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan a la autonomía como líder del aumento de sueldos en la industria española.
Es tradicionalmente el sector con mayor nivel salarial, y además crece de forma notable. En concreto, en 2017, último año cerrado de la Estadística Estructural de Empresas del sector industrial, la partida de sueldos y salarios ascendió a 6.366,7 millones de euros, un 7,9% más que el año anterior. Es el mayor incremento del total de las comunidades, lo que acerca a la región al segundo puesto, que ahora ocupa la Comunidad de Madrid, solo por detrás de Cataluña, líder indiscutible con casi 14.500 millones en sueldos.
Pese a la mejora de los salarios, el empleo en términos de volumen se resiente en un contexto de impacto de la robotización y de expedientes regulatorios por la caída de la demanda. El frenazo del comercio internacional está dañando a los sectores manufactureros.
Según la Encuesta de Población Activa del INE, el empleo industrial valenciano pasa de los 322.700 ocupados del primer trimestre de 2018 a los actuales 314.500. En el conjunto de la economía española, una veintena de áreas industriales aún no han vuelto a los niveles de ocupación de antes de la crisis; y en once de ellos, aún se destruye empleo, según los datos de Trabajo.
Junto a la mejora en los salarios, el sector industrial autóctono mantiene también por otro lado un buen nivel de inversiones en activos materiales. Así, en 2017, último año del que se tienen datos, la industria valenciana destinó más de 2.500 millones de euros a nueva maquinaria e innovación, siendo una de las más dinámicas en España. En concreto, solo Galicia, Navarra, Castilla y león y Madrid presentan mejores cifras de inversión. Por contra, territorios como Andalucía, País Vasco o Cataluña invirtieron bastante menos en la mejora de sus equipos.
De alguna forma, la reapertura del grifo del crédito bancario y los proceso de digitalización y robotización hacia la industria 4.0 están impulsando la recuperación de la inversión en I+D+i.
Alimentación
Por subsectores, la industria manufacturera acumula casi el 80%, con especial importancia para el campo de la alimentación, que cuenta con un puñado de empresas que facturan por sí solas cientos de millones, y que solo ellas invirtieron en una año 312,2 millones de euros. El impacto de la gran distribución en la Comunitat Valenciana, con marcas líderes como Mercadona o Consum, provoca un efecto arrastre sobre la industria de proveedores.
La automoción, pese a ser uno de los motores de la creación de empleo y por peso en la exportación, no tuvo un 2017 especialmente intenso, con 161,4 millones en inversión.
Casi 25.000 instalaciones
El sector energético también destaca, con 449 millones de euros de inversión, siendo el más destacado al margen de la industria manufacturera.
Al margen de esto, el número de instalaciones industriales se mantuvo también en términos de crecimiento, con un 2,8% más hasta los 24.715 locales.
