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Vacaciones

El Consell trata de salvar el Imserso tras descartar uno propio

La Generalitat quiso lanzar su propio programa vacacional en 201,6 que incluía involucrar a Castilla-La Mancha y Aragón, pero no prosperó

Turistas del Imserso en la playa de Benidorm. david revenga

La falta de presupuesto y de voluntad política en el Consell dejó en un cajón el proyecto anunciado en 2016 para crear un turismo autonómico, similar al Imserso, entre la Generalitat y los gobiernos de Castilla-La Mancha y Aragón. La iniciativa fue impulsada por Turisme pero se quedó en nada debido a la ausencia de fondos, tanto en Presidencia con en la Conselleria de Bienestar Social, departamento que tutela las necesidades de las personas de la tercera edad.

Ahora, los esfuerzos del Consell se centran en trabajar para convencer a Madrid de que levante la mano y resuelva el programa estatal, que está parado desde que los hoteleros se negaran a aceptar las condiciones al considerar que no pueden seguir trabajando con unos precios congelados desde hace 15 años. En juego, las vacaciones de los 250.000 jubilados españoles que llegan todos los años a la Costa Blanca entre octubre y abril. Tres son los aspirantes: Mundosenior (Globalia), Mundiplan (Iberia/Alsa) y Traveltino Senior (Logitravel), que aspiran a un pastel de 64 millones de euros que debiera adjudicarse este mes.

La Generalitat llegó a cerrar en 2016 un principio de acuerdo con el gobierno de Castilla-La Mancha para lanzar el programa Turismo Senior (Imserso autonómico), que se basaba en ofrecer, junto a la participación de diputaciones y ayuntamientos, vacaciones subvencionadas durante la temporada baja a los pensionistas de las dos comunidades. Se pretendía también involucrar a Aragón.

Se quería que fuera similar al Imserso estatal pero con mejores condiciones para los empresarios. La iniciativa comenzó a fraguarse en Fitur 2016 y el objetivo era crear una bolsa de turistas jubilados, que son los que más facilidad tienen para moverse durante los meses en los que muchos hoteles de la provincia cierran por temporada baja.

La iniciativa fue muy bien acogida entre los hoteles que trabajan este tipo de turismo, máxime por el malestar general con las condiciones del programa estatal. Desde 2004 los precios no se han actualizado y los empresarios vienen alertando desde hace dos años de que no pueden soportar la carga que supone el alojamiento de estos clientes. Una tarifa de 20 euros que incluye el alojamiento, tres comidas al día, animación, servicio médico y fiesta de despedida. Precio que, a día de hoy, ya no da para mantener en muchos casos ni plantillas ni hoteles abiertos.

La Costa Blanca tiene asignadas 110.000 plazas del cupo del turismo del Imserso, lo que le permite recibir a 250.000 jubilados en la temporada baja. En la Comunitat Valenciana se benefician del programa Benidorm, Guardamar, Finestrat, Altea, Xábia, Santa Pola, Peñíscola y Gandía. Los hoteles ingresan del Gobierno unos cinco millones de euros, cantidad a la que hay que añadir otros ingresos derivados del gasto directo de los clientes. Los hoteleros apenas reciben unos 20 euros por persona y día de estancia.

El turismo del Imserso fue en su día clave para la Comunitat Valenciana y, en concreto, para muchos hoteles, gran parte de los cuales siguen abiertos en invierno gracias a los turistas jubilados a los que el Gobierno subvenciona los viajes. Los hoteleros consideran que el Ejecutivo debiera ser más generoso porque, además, por cada euro invertido en el programa el Estado recupera 1,5 euros a través de las prestaciones sociales que deja de pagar a los trabajadores en los hoteles abiertos, así como a través del IVA.

En cuanto a la próxima temporada baja, los hoteleros están expectantes ante cómo pueda resolverse el concurso al que aspiran tres operadores. Mundosenior, Mundiplan y Logitravel pugnan por un pastel de 64 millones de euros para toda España. Los precios que pagarán los jubilados que elijan un hotel de la Costa Blanca están ya fijados. Desde 193 euros (alojamiento sin transporte) por una semana, lo que representa durante los 4 años del programa un aumento del 0,25% anual, muy lejos del 1,2% de subida de precios de 2018

«Estamos esperando porque pueden pasar muchas cosas aún. Desde que se adjudique a la baja por las ofertas que hayan presentado los operadores, hasta que después haya impugnaciones de los que no hayan sido elegidos», subrayó ayer Nuria Montes, secretaria general de Hosbec.

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