La patronal autonómica (CEV) y las organizaciones agrarias difieren con el acuerdo de libre comercio firmado entre la Unión Europea y los países del Mercosur. Mientras la CEV considera el tratado una oportunidad para las empresas de la Comunitat Valenciana, las organizaciones agrarias lo ven como una seria amenaza para el sector citrícola.

El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, expresó ayer su respaldo a la nueva alianza comercial firmada entre la UE y el Mercosur tras reunirse con el presidente del Consell, Ximo Puig. En el encuentro también participaron los secretarios generales de CCOO-PV, Arturo León, y de UGT-PV, Ismael Sáez. Forma parte de una ronda de contactos que realiza Puig con el tejido socioeconómico valenciano para recabar opiniones de cara a la viaje que inicia hoy a Bruselas para abordar el acuerdo del Mercosur.

Las asociaciones del sector agrícola trasladaron el lunes al jefe del Consell su preocupación por los efectos en el campo valenciano del tratado de libre comercio y le advirtieron que puede significar un «golpe definitivo» a los productores de cítricos si no se limita el volumen de las importaciones de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

Ayer, el presidente de la CEV subrayó que «el acuerdo UE-Mercosur aportará ventajas para las empresas, a través de la reducción o eliminación de aranceles, la simplificación de los procedimientos de aduanas, la protección de los derechos de propiedad intelectual, la mejora de las barreras para los proveedores de servicios y la apertura de las contrataciones públicas.

Además, «dado que la Unión Europea es el primer socio en firmar un acuerdo comercial con Mercosur, su entrada en vigor supondrá un plus en las condiciones de acceso a dicho mercado, que harán más competitivos los bienes y servicios de la UE, en comparación con los de terceros países, como EE UU y Japón», abundó Navarro.

En términos generales, para la CEV, «el acuerdo generará oportunidades de desarrollo para los países pertenecientes a ambos bloques, sin menoscabo de los intereses de los sectores económicos más sensibles de la UE, así como de sus más de 500 millones de consumidores».

No obstante, y en aras de garantizar la defensa de los intereses de los consumidores, así como de las ramas y sectores económicos más sensibles „entre los que destacan el cítrico, arroz y el cárnico, desde la CEV se subrayó la necesidad de vigilar el cumplimiento de los estándares europeos en lo referido a la seguridad sanitaria y fitosanitaria. La CEV considera necesario «que todas las importaciones a la UE cumplan estrictamente los estándares establecidos; que la cooperación y el flujo de información continua y eficiente garanticen la barrera a plagas y enfermedades».

Un análisis de la Cámara de Comercio sostiene que el acuerdo se presenta como un revulsivo para los sectores valencianos del automóvil, química y maquinaria, al tiempo que admite que puede perjudicar a los cítricos. También resalta efectos positivos en la construcción al abrirse el mercado de licitaciones públicas.