El expresidente de BBVA Francisco González pidió ayer, tras conocer la imputación al banco por cohecho y corrupción en el caso Villarejo, deslindar posibles irregularidades individuales de la actuación de BBVA, que califica de «intachable» y «por encima de lo exigible» en materia de gobierno corporativo. «Considero muy importante afrontar la investigación abierta con total transparencia, y ayudar a deslindar posibles actuaciones individuales de carácter irregular, si las hubiera, de la actuación del banco en su conjunto que, no me cabe duda, ha sido intachable y con un cumplimiento por encima de lo exigible en materia de gobierno corporativo y cumplimiento normativo», señala en una declaración institucional.

Por otro lado, el juez del caso Tándem, Manuel García Castellón, sospecha que «la cúpula» del BBVA consintió la contratación de Villarejo para tareas de información y espionaje, en vista del «beneficio personal y empresarial» que le podían reportar. Según un fragmento del auto de imputación al BBVA, el magistrado ve necesario determinar si el banco puso en marcha medidas para evitar el delito o si, por el contrario, «la ausencia de mecanismos de control» fueron «medios de los que el banco pudo haberse valido para facilitar la contratación» de Villarejo.

Todo ello, dice el juez, presuntamente "consentido por la cúpula del propio banco" por "el beneficio personal y empresarial" que le reportarían esos servicios del excomisario.

El juez imputa al banco delitos de cohecho -ya que Villarejo era policía en activo cuando trabajaba para el BBVA y le conseguía información-, descubrimiento y revelación de secretos -por esa información confidencial que le facilitaba- y de corrupción en los negocios -por las dádivas que presuntamente recibió de Villarejo uno de sus directivos-.

En el caso de este último delito, García Castellón investigará su recorrido para aclarar si el BBVA contribuyó a mantener las relaciones con Villarejo e