Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La opción de un 'bréxit' duro dispara las alarmas en los exportadores valencianos

Calzado, turismo, juguete o agricultura retoman los planes de contingencia para reducir el impacto de la desconexión

Los coches son el producto exportado en mayor volumen al Reino Unido. reuters

El proceso del brexit sigue sin dar tregua al sector exportador de la Comunitat Valenciana. Después de tres años de incertidumbre, aunque en los últimos meses se ha vivido en una especie de «modo valle», la reiteración del nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, de que Reino Unido saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre «pase lo que pase», aun sin acuerdo, ha resucitado el fantasma del brexit duro y ha vuelto a disparar las alarmas entre las principales actividades que tienen una relación comercial prioritaria con Gran Bretaña. Y, entre los sectores más expuestos, se encuentran el turismo, el calzado, el juguete, la promoción inmobiliaria o la actividad hortofrutícola. Así, las empresas se han vuelto a poner las pilas. Han comenzado a refrescar y reactivar los planes de contingencia que habían preparado hace meses, ya en la época de Theresa May, la antecesora de Johnson.

Aunque el horizonte de un brexit duro hace temblar a todas esas actividades, lo cierto es que los últimos balances de comercio exterior muestran que el mercado británico, el tercero en importancia para la autonomía, con 1.125 millones de euros hasta mayo, sigue boyante, con un incremento del 6,6 % respecto a los primeros cinco meses de 2018. No es el caso de Alicante, donde en dicho período se registró un descenso del 3 %, que consuma una tendencia de los últimos tiempos.

El calzado se prepara

Marián Cano, presidenta de la Asociación de Empresarios del Calzado de la Comunitat Valenciana (Avecal), aseguraba que, ante el nuevo contexto, «nuestros empresarios desde hace meses se están preparando para la llegada de cualquier posible escenario. Es constante y fluido el contacto que mantienen con sus clientes de Reino Unido para estar dispuestos, aunque cuando hablamos de moda los tiempos siempre vienen condicionados por las fechas de presentación de las colecciones», advertía Cano. Una de las vías es la diversificación de mercados. Las empresas zapateras pusieron el foco en China, en reforzarse en Estados Unidos y en otros países del sudeste asiático, además de insistir en sus mercados tradicionales en Europa.

En la actual tesitura, la patronal autonómica CEV mantiene y comparte la visión «de que la salida ordenada es la única vía sensata entre socios que apuestan por la legalidad, el diálogo y el multilateralismo, y la menos dañina para ambas economías», según su presidente en Alicante, Perfecto Palacio. Pero, al mismo tiempo, insta a continuar con los planes de contingencia. Y fue el pasado lunes cuando el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, alertó a todos sus departamentos de la posibilidad de un Brexit duro y de que se debía actualizar el plan de contingencia que su Gobierno aprobó hace unos meses.

Los jugueteros han vuelto a sacar de los cajones las medidas previstas ante «un escenario con subida de aranceles, del paso por una aduana, frente a una situación anterior de libre circulación de mercancías, además de contrastar y preparar la documentación y certificados que podrían exigirse en materia de seguridad o etiquetaje», explicaba José Antonio Pastor, presidente de la Asociación de Fabricantes de Juguetes de España (AEFJ). También por si llegaba el momento de un brexit duro, los exportadores agrícolas han tenido que preparar la homologación de sus productos con los criterios que exigen los británicos a terceros países. Una recomendación que hace la Unió de Llauradors, cuyo secretario general es Carles Peris.

Adelantar los envíos

Y ante un posible colapso en las aduanas, si de un día para otro cambia el escenario, el sector del juguete aconseja a las fábricas adelantar los envíos para evitar retrasos en las entregas. La preocupación de la actividad turística valenciana, para la que el británico es el cliente prioritario, es a más largo plazo, dado que las reservas a corto «están estabilizadas, hechas y pagadas», aseguraba Nuria Montes, secretaria general de la patronal hotelera Hosbec, quien añadía que en los momentos más duros del proceso de brexit, en enero pasado, las reservas cayeron un 8%, pero se compensaron con la llegada de portugueses y turistas nacionales. También los promotores de vivienda buscaron mercados alternativos en Polonia y países nórdicos ante la caída de la compra de vivienda de nueva planta por parte de los británicos, que en este segmento ya no suponen más de 5%, según Jesualdo Ros, secretario general de Provia. Otra cosa es el mercado de segunda mano, en el que los británicos siguen en posiciones destacadas.

Compartir el artículo

stats