El informe del Banco de España concluye advirtiendo de que el problema de fondo es que la oferta de viviendas en alquiler no crece al mismo ritmo que la demanda. «En un contexto de recuperación económica en el que los ingresos de los hogares con menor renta (sobre todo los formados por jóvenes) se ven limitados por la elevada temporalidad, los contratos parciales y la todavía alta tasa de desempleo, se ha producido un incremento de demanda concentrada en determinados mercados (las grandes ciudades) frente a una oferta del alquiler relativamente rígida en el corto plazo», apunta el documento. El menor dinamismo de la oferta ha coincidido con «un contexto de mayor debilidad de la oferta pública del alquiler».