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Empresas

Pamesa compra Keramex y acelera la fiebre inversora en el azulejo

El sector cerámico pasa a estar dominado por el grupo Porcelanosa, la empresa de Fernando Roig y la británica Victoria PLC

El azulejo español es cosa de tres. Al menos, en la parte alta de la clasificación. La fiebre inversora y la ola de fusiones y adquisiciones han convertido a Porcelanosa, Pamesa y la británica Victoria PLC en las tres grandes empresas del sector. Lo han podido hacer, en gran medida, por la fortaleza de su talonario sobre todo en los últimos tres años.

En esta línea, Pamesa ha cerrado la compra de la empresa de revestimiento y pavimento cerámico Keramex, radicada en Vila-real. La operación, en negociación desde hace meses y cuyo importe no ha trascendido, convierte a Pamesa Grupo Empresarial en socio único de Keramex y a Fernando Roig, presidente de Pamesa, en administrador único.

La compañía adquirida pertenecía a la familia Mateo, encabezada por el presidente (Francisco Mateo Sánchez) y por la consejera delegada (Josefa Mateu Queral), así como por sus descendientes Úrsula Mateo Mateu y Fulgencio Mateo Mateu, según consta en el Registro Mercantil de Castellón.

Keramex cuenta con centro de producción, oficinas y almacén central en Vila-real, donde fabrica azulejos en formato 20x20 cm. La empresa adquirida por Pamesa también posee delegaciones en Sevilla y Málaga, entre otras. También cuenta con una participada, Majoma Solar.

La empresa registró una cifra de negocio de 14,8 millones de euros en 2017, último ejercicio con datos disponibles, con un beneficio de 91.135 euros. El principal negocio de Keramex está en el mercado español, del que obtiene el 67% de sus ingresos. El resto procede de las exportaciones.

Constituida en 1979 y con una plantilla formada por unos 75 empleados, ha sufrido en los últimos años por el impacto de la absorción de Cerámicas Tena, especializada en producto artesano y que estaba en concurso de acreedores cuando la integró.

A pesar de que la transacción le permitió anotarse un crédito fiscal de 7,1 millones de euros (por el que durante varios ejercicios estuvo exento de pagar impuestos sobre beneficios), el endeudamiento necesario para hacer frente a la compra de Tena, en 2008, mermó los resultados de explotación de Keramex, según explican fuentes conocedoras del proceso. De hecho, los gastos financieros (superiores a 395.000 euros) de Keramex absorbían prácticamente el 80% del resultado de explotación de la empresa.

La compañía adquirida por Pamesa tiene inversiones inmobiliarias pignoradas para hacer frente a ese endeudamiento y, según las citadas cuentas de 2017, entre los activos afectados por los préstamos con diferentes entidades financieras figuran naves industriales en Museros, Onda y Sevilla. También, suelo rústico en Vila-real y un local comercial en Ulldecona. Entre los bancos que financiaban a Keramex destacan Ruralcaja, Bankinter, BBVA, CaixaBank y Santander, Bankia y Sabadell, entre otros.

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