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Ford vuelve al trabajo con el nuevo Kuga tras caer las ventas de la planta un 9 % hasta junio

La producción del modelo estrella en Almussafes se resiente un 20 % y ya 'solo' supone el 45 % de la carga de trabajo

Operarios participan en el montaje del Kuga en Almussafes. V. M. Pastor

La factoría de Ford en Almussafes retoma la actividad este lunes 26 de agosto para afrontar un fin de año determinante en su futuro a corto plazo. El lanzamiento del nuevo Kuga es decisivo para una planta que en los últimos tiempos está viviendo mermas de producción por la caída de ventas, generalizadas en todo el mercado europeo, lo que está repercutiendo en ajustes laborales vía expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) con los que la dirección y los sindicatos están sorteando la desaparición de empleos.

Durante los primeros seis meses de 2019, la factoría ha reducido en un 9,2% el número de unidades fabricadas, al pasar de casi 212.300 a 192.766. La caída más sensible se ha dado precisamente en el Kuga, el modelo que sostiene a la planta. En concreto, el SUV ha pasado de las 109.445 unidades facturadas entre enero y junio de 2018, a las 87.040 de este primer semestre. Es una caída considerable, del 20,5%. El Kuga es responsable de gran parte de la carga de trabajo de Almussafes, pero se reduce su peso sobre el total hasta el 45,15%, según los datos aportados por el sindicato mayoritario UGT.

También se registran caídas en el Mondeo, un modelo en entredicho ya que va a dejar de fabricarse en Estados Unidos. Su descenso es de casi el 17%. Curiosamente, uno de los modelos que mejor se ha comportado entre enero y junio es la furgoneta comercial Connect, que alcanza las 61.550 unidades.

Lamentablemente, Almussafes perderá en 2021el grueso de este trabajo, ya que las unidades que se exportan al mercado norteamericano comenzarán a producirse en México. Seguirá en principio aquí la producción para el mercado europeo, aunque desde el comité de empresa se reconoce la incertidumbre sobre el futuro de este modelo, que podría acabar incluso en manos de Volkswagen, temen.

Los 7.000 empleados de Almussafes regresan este lunes a las líneas a menor ritmo. Tal como se acordó antes del verano, la producción diaria va a reducirse en cien unidades, para quedar en torno a 1.750 vehículos al día. Esa bajada de la carga y los cuatro días de ERTE han sido la base del último acuerdo laboral. Además, una parte de los trabajadores del turno de noche serán recolocados en el día para preparar el lanzamiento del nuevo vehículo.

Con esta bajada, la producción de este año caerá por debajo de las previsiones de 380.000 unidades con se contaba terminar este 2019.

El protagonismo en la vuelta al trabajo va a ser el nuevo Kuga. Según apunta Carlos Faubel, presidente del comité de empresa en representación de UGT, se espera que septiembre sea un mes valle en la fabricación del actual Kuga, lo propio con la llegada de nuevos modelos. En septiembre comenzará la rampa de lanzamiento de la nueva versión, que probablemente comenzará a fabricarse en serie a partir de octubre. Un incremento paulatino que también contribuirá a la caída de producción a final de año. Para su puesta en marcha, la compañía ha desplegado inversiones por valor de 750 millones, según anunció en su momento.

El nuevo modelo, concretamente sus versiones híbridas, van a conllevar también la construcción de una planta de ensamblado de baterías para montar en el Kuga. Si bien en los primeros meses se seguirán utilizando baterías traídas de fuera (como ahora se hace con el Mondeo), se prevé que para septiembre de 2020 esa instalación esté en funcionamiento. «Esperamos que funcione con la plantilla de Ford y no se tenga la tentación de subcontratar el personal para una planta que estará dentro de las instalaciones de la fábrica», reclama Faubel a la dirección.

Hasta ahí las certezas. En un 2019 de vértigo en el universo Ford, con cierre de plantas en Rusia, Francia y Reino Unido, y reducción de puestos de trabajo en Alemania, València ha esquivado la tijera. Almussafes vive pendiente de la nueva estrategia de la compañía, con una apuesta por la movilidad eléctrica por la que pasa el futuro de todas las fábricas; y en medio de una alianza con Volkswagen de la que se desconocen las consecuencias directas para la factoría.

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