«Muy rigurosos» y «por encima de las exigencias de la legislación». Así calificó ayer la ministra de Sanidad en funciones, Mª Luisa Carcedo, los controles sanitarios que tienen que pasar los productos importados en los Puestos de Inspección Fronteriza (PIF) y a los que también serán sometidas, en principio, las toneladas de naranjas sudafricanas que se van a importar a través del puerto de Vigo. Los citricultores valencianos habían dado la voz de alarma tras conocerse el acuerdo, sobre todo, por la necesidad de extremar los controles fitosanitarios para evitar la expansión de plagas como la mancha negra, ya presente en cultivos de Túnez y que podría establecerse en climas mediterráneos según distintos informes de la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA). Preguntada ayer al respecto tras su visita al PIF de València, la ministra aseguró que los controles son «muy rigurosos, sobre todo en el caso de los productos de origen vegetal» y que en éste como en el resto de casos se iban a «cumplir estrictamente». Aún así, la ministra avanzó que si los técnicos encargados en el puesto de inspección lo aconsejaran «desde luego se haría un mayor control si así lo identificaran los técnicos» pero ya se hacían «controles por encima» de lo estipulado.