El holding de servicios aeronáuticos que lidera Carlos Bertomeu y que tiene a la aerolínea valenciana Air Nostrum como empresa de referencia continúa profundizando poco a poco en su estrategia de diversificación. Una toma de posiciones en nuevos nichos de negocio, como la extinción de incendios, pero también en nuevos mercados geográficos, como Sudamérica, donde la aviación regional tiene mucho margen de crecimiento.
En este sentido, la compañía Inversiones Líneas Aéreas Internacionales (ILAI), a través de la que Bertomeu está realizando sus movimientos en Sudamérica, ha ampliado recientemente su participación en Flyest, la compañía puesta en marcha en Argentina.
Esta firma, que tiene su base en Buenos Aires, opera principalmente vuelos chárter para equipos de fútbol, touroperadores y clientes corporativos, pero también ha empezado a entrar en rutas regulares.
Según las cuentas de Inversiones Líneas Aéreas Internacionales correspondientes a 2018, la firma ya disponía en 2017 del 49% del capital, y este pasado 2018 ha ejercido una opción de compra sobre otro 39%, elevando por tanto así su control al 88% del accionariado, que comparte con socios locales, apuntan desde la compañía. Flyest tuvo en 2018 unas pérdidas de 4,5 millones. El clima tampoco es el mejor en este 2019 en Argentina, con el terremoto económico vivido tras la derrota del presidente Macri en las elecciones primarias.
Otra de las participadas del grupo de Air Nostrum en Sudamérica, Amaszonas del Paraguay, también ha sufrido cambios. Esta compañía puesta en marcha por Bertomeu de la mano de la boliviana Amaszonas, se separó en 2018 del grupo andino para convertirse en una compañía de bandera paraguaya: Paranair. La compañía está participada por ILAI, con un 33%, y por la canadiense Avmax Group, una de las firmas más importantes del mundo en el mercado de alquiler de aviones (70 aeronaves).
Paranair, que también cerró 2018 con pérdidas (15,5 millones), ha firmado un acuerdo de código compartido para los vuelos de Paranair con Latam Airlines Paraguay las rutas con Asunción, Ciudad del Este (Paraguay) y Iquique (Chile), y Brasilia (Brasil).
En ambos casos (Flyest y Paranair), el grupo valenciano está respondiendo a las pérdidas con créditos. Y reconoce la incertidumbre. Son inversiones de riesgo, dice en sus cuentas ILAI, que asume la posibilidad de no recuperarlas.
2018, en cualquier caso, fue un gran año para Air Nostrum, pese a las turbulencias que comienzan a amenazar al sector en forma de subida del precio del crudo o de competencia desaforada que está derribando los precios de los billetes.
Las ventas de la aerolínea superaron los 500 millones y ganó 19 millones, un 46% más que en 2017. Lleva varios años aumentando sus beneficios. Según se desprende de la cuentas de Air Investment Valencia, la empresa con la que Bertomeu tiene su 51% en la aerolínea, el pasado año el presidente recibió 5,4 millones de dividendos por los resultados de 2017.
