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Los amos del veraneo valenciano

Un puñado de empresarios locales, muchos pioneros del sector, dirigen con beneficios millonarios el boyante negocio del sol y playa valenciano, con epicentro en Benidorm - Este invierno se prevén inversiones de 50 millones en reformas integrales

Los amos del veraneo valenciano

El turismo es una industria próspera. La Costa Blanca es el mejor ejemplo. Las dudas con programas subvencionados low cost como el Imserso; la recuperación de los países mediterráneos que amenazan los flujos masivos de turistas británicos o alemanes; la competencia clandestina de pisos turísticos... No hay viento en contra que frene al portaaviones del sol y playa valenciano.

Un puñado de empresarios locales, con beneficios millonarios cada ejercicio, han hecho de este negocio un arte, formando un dique ante los grandes grupos españoles y fondos de inversión. Estos son algunos de los dueños del veraneo valenciano.

Toni Mayor, presidente de la todopoderosa patronal hotelera Hosbec, es desde hace años la voz del sector. Su firma, Port Hotels, va como un tiro. Sus últimos resultados conocidos, a través de la mercantil Ona Sol, arrojan unos beneficios de cuatro millones pese a las grandes inversiones en forma de compra de hoteles y reformas de los últimos años. Lo último, la adquisición de sendos establecimientos en Alicante y Elx. Según información del grupo, en 2018 facturó 43,5 millones, un 23% más, con nueve establecimientos y casi 1.500 habitaciones. Mayor, un patrono atípico que llegó a ser concejal nacionalista en la transición, mamó el negocio en casa, en la pensión Foietes que montó su familia.

También en los años 60 comenzó su andadura José María Caballé, entonces un joven director de hotel que cambió la Costa Brava por Benidorm en 1969. A principios de los 70 monta Servigroup, que hoy es el mayor grupo de la C. Valenciana, con 18 establecimientos en Alicante, la Manga (Murcia) y en los últimos años expandiéndose al norte con hoteles en la costa de Castelló. Según el portal Hosteltur, el grupo superó los cien millones en ventas en 2018.

Entre las grandes enseñas aparece Magic Costa Blanca, otro grupo familiar liderado por un pionero. Francisco García es un marino mercante que se trasladó a Benidorm en 1968 e innovó en el sector con nuevas formas de ampliar el negocio o ganar rentabilidad. La mercantil que gestiona sus propiedades, Industrias Hoteleras del Mediterráneo SL, presenta una cifra de negocios de 57,4 millones en 2017, año en que dobló beneficios hasta los 8 millones. Cuenta con trece establecimientos (algunos incorporan parques acuáticos), la mayoría en Benidorm, pero también en Gandia u otras ciudades de la Costa Blanca.

Otro histórico, Pere Joan Devesa, expresidente de Hosbec, lidera los hoteles Poseidón, con ocho establecimientos. Su mercantil Hoteles Devesa arrojó unas ganancias de 5,7 millones en 2017. Hace apenas un par de años ha salido de la Costa Blanca para expandirse hacia el sur de Alicante y la Manga del Mar Menor (Murcia).

El saguntino José Hernández se ha hecho un hueco entre los hoteleros de la Marina con su enseña RH. Hernández buscó el boom turístico, formándose en gestión turística tras el bachillerato y perfeccionando sus conocimientos de idiomas y gestión en Alemania y Reino unido.

Hoy un grupo de 16 establecimientos bajo su marca en Benidorm, Vinaròs, Peñíscola y Gandia y Calp, con un negocio de 57 millones, según la empresa. Resthotel SL, sociedad principal del grupo, declara unos beneficios de 2,6 millones.

La excepción de Marina d'Or

El escalafón del sol y playa valenciano, dominado por hoteleros de la Costa Blanca a excepción de Jesús Ger, padre de Marina d'Or, está repleto también de cadenas con menos establecimientos. Como el grupo Bali, dueño del hotel más alto de Europa con base en Benidorm. El Gran Hotel Bali (Hobali SL) cerró 2017 con 18,3 millones en ventas y unos beneficios de 3,2 millones. O el grupo de la familia Devesa Sik, impulsores de la empresa de alquiler de coches Centauro y que también tienen un hotel (Levante Club) y edificios de apartamentos.

Si se trata de referentes del entretenimiento en el sol y playa local hay que hablar de George Santa-María, francés de origen argelino con una larga carrera ligada al negocio de juego y el entretenimiento. En Benidorm posee activos hoteleros como el Palm Beach y el Luxor, pero destaca sobre todo por ser el dueño de los parques Aqualandia, Mundomar y la joya de la corona, Terra Mítica, el parque temático impulsado por la Generalitat de Zaplana y que sigue arrojando pérdidas (5,15 millones en 2017).

La Costa Blanca, a caballo de cifras de ocupación récord este agosto pese a todos los nubarrones (solo con una ligera caída de la rentabilidad), mantiene la velocidad de crucero. Para este invierno, apuntan desde Hosbec, se prevé el cierre de cuatro a cinco hoteles para someterlos a una reforma integral con una inversión de unos 50 millones que comportará una subida de categoría.

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