En la C. Valenciana, si hay un sector especialmente sensible a la inestabilidad de ese mercado es el turístico. Este verano, la contracción del gasto ha reducido ligeramente la afluencia de turistas de las islas hacia la Costa Blanca, referente del sol y playa autonómico. En los siete primeros meses del año, por ejemplo, la presencia de turistas de ese país se redujo un 1,3% en la C. Valenciana.
Algo más preocupa la situación para el próximo invierno. El mercado británico, fundamental todo el año pero también en temporada baja, presenta a estas alturas una caída del 10% en reservas de paquetes turísticos para los meses que vienen. Esta caída se une a otras incertidumbres, como el más que posible retraso de la llegada de los mayores del plan estatal del Imserso, lo que puede complicar el invierno.
Desde la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana (Hosbec), entienden que ese 10% de descenso no se puede atribuir íntegramente a los problemas políticos. Y es que, en general, el público británico ha reducido en un 4% sus reservas en todos los destinos habituales (Mediterráneo oriental, islas y costas españolas, Caribe, etc). Demanda contenida. «Siempre que aparecen este tipo de noticias en torno al brexit el gasto se contrae, no solo relativo a las vacaciones», señalan desde la patronal, que confían en una normalización y que las reservas vuelvan a fluir para la campaña de noviembre a mayo.
Más preocupa, con todo, el influjo del resto de mercados competidores, como Egipto, Túnez y especialmente Turquía, un país que ofrece resorts de gran calidad a precios económicos y tiene armas como la devaluación de la moneda.
«El cambio de la libra nos preocupa, sobre todo en lo que respecta a la oferta complementaria. Tienen menos dinero para gastar aquí. Los ingleses suelen gastarse todo el presupuesto que tienen para el viaje. Si su moneda se debilita, el sector valenciano pierde», concluyen.