La Comisión Europea parece tomar cartas en el asunto de las plagas vegetales que amenazan la citricultura por las entradas sin control de importaciones de terceros países, sobre todo de Sudáfrica, Argentina y Brasil. La Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA, por su terminología en inglés) ha convocado a los centros de investigación colaboradores -como por ejemplo el IVIA- para analizar los riesgos de que la «mancha negra» puede extenderse a las zonas de agrios de la UE como España, Portugal o Italia.
La convocatoria del citado organismo de la CE se produce pocos meses después de que las autoridades de Túnez confirmaran la presencia de este patógeno en su territorio. Tal cosa desmentiría la tesis que desde hace décadas ha venido sosteniendo Sudáfrica, país austral, que siempre ha defendido que el hongo que provoca la «mancha negra» no se podría aclimatar en las zonas productivas mediterráneas.
Avalar futuras modificaciones
Estudios como los ahora encargados por la EFSA -con sede en Parma (Italia)- podrían avalar futuras modificaciones de los protocolos de importación para hacerlos más rígidos y cubrirse así la UE las espaldas ante una posible denuncia de las autoridades sudafricanos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). De hecho, el Ministerio de Agricultura de Sudáfrica tildó de «proteccionistas» en lo comercial a la actual normativa por la que se rigen las importaciones de la UE procedentes de Sudáfrica, Brasil y Argentina.
Mientras tanto, el Ministro de Agricultura de España, el valenciano Luis Planas, asegura haber redoblado esfuerzos con la nueva Comisión Europea para mejorar la inspección de las importaciones de cítricos. Así lo comentó esta semana en un acto en Madrid en el que participó junto con la todavía comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Críticas al Acuerdo preferencial
La decisión de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria, tal como constata la documentación a la que ha tenido acceso Levante-EMV, se produce tras las reiteradas interceptaciones de naranjas infectadas con plagas durante este verano y de que el Puerto de Vigo comience los desembarcos de cítricos procedentes de Sudáfrica. La asociación de productores citrícolas de Sudáfrica prevé envíos cuantificados en un mínimo de 40.000 toneladas al año y el citado recinto gallego comienza a recibir los primeros cargamentos a través de la naviera MACS.
Por otro lado, el Gobierno ha contestado a la pregunta escrita registrada por el portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, que explicitaba: «¿Ha pedido ya el Gobierno la aplicación de la cláusula de salvaguarda al acuerdo de la UE con Sudáfrica, por su grave afección al sector de los cítricos?». Pero la respuesta del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido negativa.
El Gobierno afirma que «ha seguido con profunda preocupación la coyuntura desfavorable por la está atravesando el sector citrícola en la campaña 2018/19»; pero en relación con la posibilidad de solicitar a la Comisión Europea la aplicación de la cláusula de salvaguardia previsto en el Acuerdo de Asociación Económica de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional, se escudan con que es una medida excepcional, y que antes es necesario iniciar una investigación, que dura aproximadamente un año, y en la que se comprueban si se dan las condiciones para ello», lamenta Compromís.
El secretario general de la Unión de Llauradors, Carles Peris, y la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero se reunieron la semana pasada en Bruselas con la directora general de Salud de la Comisión Europea, Dorothee André. Ambos aprovecharon para entregarle un informe comparativo sobre las divergencias que hay actualmente entre las materias activas y fitosanitarias empleadas por los agricultores sudafricanos y europeos.
