La compañía valenciana Químicas Oro, dedicada a la fabricación de insecticidas, plaguicidas, detergentes domésticos y productos de perfumería, cerró 2018 con unas ventas de 40,3 millones de euros, un 1,21% más que el año anterior.
La firma, que en 2018 vivió su primer ejercicio tras ser adquirida por un grupo industrial francés, atribuye el incremento del volumen de negocio a la política de comercio exterior que la empresa está desarrollando, así como la solvencia de sus clientes.
Además, durante el pasado año la mercantil con sede en San Antonio de Benagéber logró salir de pérdidas, tras un resultado negativo de 417.725 euros en 2017. En el último ejercicio, Químicas Oro logró beneficios por valor de 2,22 millones. La empresa justifica aquellas pérdidas a una retribución en especie extraordinaria por importe de 3,21 millones.
Cabe destacar que la firma valenciana, con más de seis décadas de trayectoria, vivió un punto de inflexión a finales de 2017, cuando fue adquirida por el grupo competidor francés Altaïr, una operación con vistas a crear un gigante europeo de productos para el hogar. El fondo de inversión Motion Equity Partners es el accionista mayoritario del líder francés, al que ha impulsado a crecer a través de compras.
Químicas Oro cuenta en estos momentos con una plantilla de 120 empleados, diez más que el año anterior. Además de sus instalaciones del Camp de Turia, cuenta con una filial comercial en Nigeria para su distribución en el mercado africano.
La firma comercializa hoy productos bajo sus marcas Oro y Caselli, pero también produce marca blanca para grandes cadenas de distribución españolas y europeas. Oro, que trabajó en alianza con Mercadona durante mucho tiempo, se desvinculó hace unos años cuando la cadena viró su estrategia para trabajar con proveedores que fabricarán al 100% para sus lineales. Oro decidió proteger su marca, y sobrevivió pese a que Mercadona llegó a representar el 65% de sus ventas.
