Los propietarios de Fomento Urbano de Castelló (Fucsa), patrimonial que aglutina los negocios de la familia Calabuig y controla el Grupo Global Omnium y Aguas de Valencia, entre otras sociedades, han llegado a un acuerdo con Enrique Calabuig, uno de los miembros de la familia, para adquirir su participación del 12,5 % de esta compañía por unos 39,5 millones de euros.

Este accionista de Fucsa, cuyo administrador único es Eugenio Calabuig, a la sazón presidente de Global Omnium y de Aguas de València, acudió hace casi un lustro a los tribunales para solicitar la ejecución de un acuerdo de salida sellado en 2014 con sus cuatro hermanos a cambio de acciones de Aguas de Valencia que sumaran un 7,84%. En caso contrario, el representantes de la saga de los Calabuig reclamaba 44 millones de euros.

Fomento Urbano de Castelló logró una cifra de negocio de 327,1 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 4,6 % en comparación con el año anterior. La venta de agua, según constata el informe de gestión de 2018, se elevó a 135,1 millones de euros, lo que supone algo más de un tercio de la facturación de Fucsa de 2018.

Crecimiento del negocio

El «holding» que aglutina los negocios de los hermanos Calabuig (que mantiene el 98 % del capital de Global Omnium), afronta el desembolso de casi 40 millones de euros por la participación de este hermano en un ejercicio en el que ha logrado unos beneficios de 21,5 millones; algo más de un 4 % más que el año precedente. Fucsa tiene pendientes de pago a Enrique Calabuig 30 millones, según consta la memoria de actividad de la compañía implantada en los negocios vinculados con el ciclo integral del agua; aunque también con participaciones en sociedades inmobiliarias, residencias y hoteles.