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Sustitución

Dudas legales sobre la deuda bloquean otra vez la reestructuración de Feria València

El conseller de Hacienda se hace cargo del proyecto después de que su secretaria autonómica - Mira reclamara al ayuntamiento y a la institución una compensación para que la Generalitat asuma el endeudamiento

Vicent Soler, Joan Ribó y José Vicente González en la feria Hábitat de 2018. europa press

La reestructuración de Feria València, un proceso iniciado en la última legislatura del PP en la Generalitat, va camino de convertirse en la historia interminable. Cuando parecía que el camino para la asunción de la deuda ferial -480 millones- por parte de la Generalitat estaba expedito, dudas legales sobre esa operación han sumido otra vez a la misma en la parálisis y la incertidumbre sobrevuela de nuevo el futuro de la institución.

El nuevo episodio tiene un antecedente próximo en la carta que la secretaria autonómica de Modelo Económico, María José Mira, responsable de este proceso en el departamento que dirige el socialista Vicent Soler, dirigió al alcalde de València y presidente del patronato ferial, Joan Ribó, y a la institución trasladándoles una propuesta que, según las diversas fuentes consultadas, tenía como principal objetivo cubrirse las espaldas (y las de la Generalitat) ante posibles exigencias de responsabilidad futuras por el hecho de autorizar la subrogación de la deuda sin ninguna contrapartida a cambio.

Mira tendría en mente las reclamaciones a exconsejeros del PP por la compra por un euro de Valmor, la empresa que organizó la Fórmula 1, y la asunción de 24 millones de euros de deuda por parte de la Generalitat que se derivó. Además, la operación de salvamento de la Institución Ferial Alicantina se ha solventado con la dación en pago a la Generalitat de los terrenos de dicha institución, una circunstancia imposible en el caso de Feria Valencia porque el dueño del solar es el ayuntamiento y no la institución, como en IFA.

Lo que reclama la secretaria autonómica de Modelo Económico directamente a Ribó -la carta no la remitió Soler, como hubiera sido preceptivo- es, para no asumir la Generalitat un pasivo de 480 millones sin más, que el ayuntamiento le autorice a subrogarse la concesión por la que Feria Valencia ejerce su actividad en los terrenos municipales para apuntársela como activo, aunque a posteriori habría que realizar una valoración monetaria de esa concesión. Al mismo tiempo, como la actividad ferial seguiría, esta institución abonaría a la administración autonómica una especie de canon o arrendamiento.

La respuesta de Ribó fue negativa al expresar sus dudas legales sobre dicha fórmula, en especial por la cuestión de la valoración de la concesión. «Cree que la Generalitat quiere una fórmula contable para cubrirse las espaldas pero que todo va a seguir igual en la Feria», apunta una de las fuentes consultadas. Mira contraatacó exigiendo que, si esa propuesta no era aceptada, el consistorio debía proponer otra y el ayuntamiento contestó argumentando que el protocolo que firmaron las tres partes implicadas comprometía a la Generalitat a subrogarse la deuda sin contrapartidas como paso previo a una reestructuración societaria que daría lugar a una nueva feria, a decidir sin con mayoría pública o privada.

Pero había otro problema. El decreto ley que las Corts aprobó en enero de 2018 para cumplir el mencionado protocolo introdujo el matiz de que se trataba de una cuenta acreedora de la Generalitat contra la Feria. «Podían haberse quedado solo con la mención a la subrogación, pero matizaron que ese endeudamiento existía», explica una fuente, que, no obstante, recuerda una disposición adicional que autorizaba al Consell «a adoptar acuerdos para capitalizar la deuda y solventar cualquier problema a futuro».

Estas fuentes creen que, así, el decreto se quedó a medias y que su muñidor, el director general del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca, también quiso cubrirse las espaldas con esta opción. La fórmula contenida en el decreto no convenció a Mira, quien buscó por su cuenta otras posibilidades. Sin éxito. De hecho, la secretaria autonómica ha sido retirada de este asunto, que recae ahora en el gabinete del conseller, donde ya han trasladado la cuestión a la Abogacía de la Generalitat para que dilucide quién tiene razón y qué hacer para hallar una solución a la clave de bóveda de la reestructuración ferial, sin la cual la institución no tiene supervivencia posible.

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