El Gobierno aprobará el próximo 11 de octubre un real decreto ley con trece medidas de choque, por una cuantía de 300 millones de euros, para hacer frente a la quiebra del turoperador británico Thomas Cook, entre ellas una rebaja de las tarifas de pasajeros y de ruta en los vuelos a Canarias y Baleares. La ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, presentó ayer dichas medidas, centradas en Canarias y Baleares, con las que se espera suavizar el impacto del colapso del turoperador en el empleo, que ha afectado a 3.400 trabajadores de forma directa, pero podría abarcar a muchos más.

Maroto explicó, tras la Comisión Interministerial que se reunió ayer para tratar este asunto, que el plan está enfocado en cuatro puntos fundamentales: asegurar la conectividad aérea, paliar el impacto económico en el sector empresarial por la falta de liquidez, el mantenimiento del empleo y recuperar la demanda turística, todo ello acompañado de una estrategia jurídica por parte del Estado para defender a los afectados y consumidores.

El plan se centra en ambos archipiélagos, al ser las comunidades autónomas más afectadas por la crisis, dado que el turismo supone el 45 % del PIB de Baleares y el 35 % del de Canarias. En consecuencia, de las facturas que no van a poder cobrar por la temporada de verano y por el perjuicio a los 700.000 turistas que ya tenían paquetes contratados con Thomas Cook a Canarias (400.000) y Baleares (300.000) para este invierno, un millar de empresas, de ellas 600 hoteleras, estarían afectadas por falta de liquidez.