El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, anunció ayer que la entidad ha decidido «acelerar» la reestructuración de oficinas prevista en su plan estratégico y adelantarla un año, de modo que para finales de 2020 espera reducir su red de sucursales a 3.640 y crear más de 600 de tipo store, un tipo de sucursal que ofrece una experiencia «diferenciada» a los clientes y que «está funcionando bien». Así lo avanzó en València durante la presentación de los resultados de CaixaBank correspondientes a los últimos nueve meses.

En el mundo rural, Gortázar aseguró que su intención de seguir manteniendo las cerca de 1.100 oficinas que tiene desplegadas en más de 2.000 municipios. Tras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que CaixaBank acometió este verano, y que afectó 2.023 empleados, la entidad constata que los empleado actuales son «suficientes para asegurar el negocio hay» y a su vez «alcanzar una rentabilidad y eficiencia que haga sostenible» su presencia «en la España rural», dijo.

Plan estratégico

Según explicó, no se trata de revisar el plan estratégico 2019-2021 que anunció hace ahora un año, sino de «hacerlo más rápidamente». Sigue siendo «el plan que necesitamos» y «en las condiciones actuales, aún hay más motivos para profundizar y acelerar en ese plan», defendió.

Asimismo, señaló que a pesar de que el contexto es «más difícil» que cuando se presentó el plan no prevé continuar adelgazando la estructura y «a día de hoy», cree que esta red de oficinas es «la adecuada para dar servicio» a sus clientes. Gortázar apuntó que con esta estructura transitan «cómodos» por los tipos de interés negativos «con resultados que no se resienten» y una «rentabilidad adecuada». El margen de intereses del banco no crece pero sí crece en comisiones y en seguros.

En este punto quiso dejar claro que el crecimiento el incremento de ganancias por comisiones «no es por cargar más a los clientes sino porque hacemos más cosas con ellos», esto es, que contratan más productos con la entidad.

Del mismo modo, aseveró que no van a cobrar a los particulares por sus depósitos «rotundamente no», enfatizó, «cambie o no cambie ningún escenario». A quienes sí se cobra es a las empresas de «tamaño significativo», que en general, entienden que «la liquidez tiene un coste», apuntó. Tampoco prevé cambios en su política de reparto de dividendos.

Además, Gortázar quiso subrayar que en este escenario de tipos de interés negativos no tienen en su planes participar en operaciones de consolidación para fusionarse con otras entidades, que en otras ocasiones pueden ser propicias para el sector, aunque «si se presenta alguna se estudia».A su entender, «este momento de profundo cambio, no es el más fácil para internacionalizarse» tampoco.