El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que hay «tiempo suficiente para ir tomando nuevas decisiones» hasta que la planta de motores de Ford en Almussafes deje de fabricar los motores Ecoboost de 2.0 y 2.3 litros en 2024. Según Puig, el sector está en una «transición» y las baterías son «el futuro», al tiempo que mostró su «confianza» hacia la dirección de la firma. Puig, a preguntas de los medios en la Fira de Tots Sants, de Cocentaina, manifestó que la decisión es «negativa» y la achacó a las «políticas proteccionistas» del gobierno estadounidense y el presidente Donald Trump. En su opinión, «el proteccionismo no es el camino y Bruselas debe tomar medidas desde la perspectiva de una defensa de la política industrial de la UE», agregó.

Puig afirmó que, aunque la planta de Almussafes «es la más competitiva y productiva que tiene Ford en Europa» el sector del automóvil está inmerso en un «proceso de transición muy importante». Por eso destacó que fue «muy buena noticia» que una planta de baterías eléctricas se instale en Almussafes «porque ese es el camino del futuro», del automóvil.

Para la presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, el anuncio de la multinacional del automóvil es un «golpe económico» para España de dimensiones muy importantes. En su opinión, «hay que trabajar para que no se vayan» los motores. Y pidió a Puig, y al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, que «hagan algo» por el sector del automóvil.