La negativa de los inversores a que la Generalitat asuma la deuda de Feria Valencia va a obligar al Consell a adelantar la disolución de la institución precisamente para forzar a esos bonistas a aceptar el cambio, según ha anunciado esta mañana el subsecretario de la Conselleria de Economia, Natxo Costa, antes de la reunión del patronato ferial y tras la de la comisión de seguimiento de la que forman parte la Administración autonómica y el Ayuntamiento de València.

Costa ha querido dejar claro que dicha disolución implica adelantar un paso ya previsto en el rediseño de la institución y que se trata de una decisión, tal como adelantó Levante-EMV, meramente instrumental, dado que está previsto constituir de forma inmediata una nueva entidad que se haría cargo de la actividad ferial y a la que serían traspasados todos sus trabajadores. Según Costa, aún está por dilucidar la fórmula jurídica que adoptaría la nueva firma, que seguramente será de titularidad pública, y cuándo se producirá la disolución.

Los citados inversores, en su mayoría internacionales, son los titulares de una emisión de bonos de 227,5 millones que se suscribió para financiar las obras de ampliación ferial de principios de siglo. Las Corts aprobó el año pasado un decreto por el que la Generalitat se subrogaba la deuda ferial de unos 500 millones, pero aún quedaba por asumir la citada emisión. Para autorizarla, la aseguradora exigía que la Generalitat cumpliera con el fondo de reserva estipulado en la misma, pero a estas alturas solo hay provisionados 14 millones, cuando debería haber 94. Faltan 80 millones. La Generalitat, sin recursos financieros extra, pretendía cancelar el contrato de la aseguradora, pero los bonistas se han opuesto, entre otros motivos porque no querían perder la garantía que implicaba ese contrato. No hay que olvidar que, además, la calificación de riesgo de la Generalitat es muy inferior al de dicha empresa, como ha admitido hoy Costa.

Por tanto, ante la imposibilidad de asumir la deuda, la solución pasa por disolver la feria y situar a los bonistas ante un dilema: recuperar ya toda su inversión y perder las elevadas remuneraciones que perciben, del 6 %, o aceptar el traspaso de la deuda a la Generalitat sin la cobertura del seguro.

Así las cosas, el Consell ha optado por la medida de fuerza y ha puesto ya en marcha la parte del proceso de reconversión de Feria Valencia que tenía previsto ejecutar una vez se hubiera subrogado la deuda. Es decir, iniciar ya el el debate para la transformación del modelo ferial. Dicho de otra forma, determinar si la futura institución tendrá una mayoría de capital privado o público. Para ello, presentó ayer ante el comité ejecutivo y los medios un informe encargado hace tiempo a una consultora para ayudar a determinar un debate que divide a Compromís, que quiere una entidad de mayoría pública, y el PSPV, que la quiere con control privado para poder sacarla del perímetro de la Generalitat. El informe no es concluyente al respecto, según ha contado Costa. "Da ocho alternativas incluyendo la situación actual y, en cinco casos, recomienda la entrada de capital privado, pero no necesariamente mayoritario", ha dicho.

Por otro lado, Costa, que tiene asumidas las competencias en Economía sobre las ferias, dejó entrever -la decisión final la tomará el patronato de diciembre- que, tras las renuncias del actual presidente, José Vicente González, a continuar, y el rechazo del candidato a sucederle, Vicente Lafuente, la presidencia del comité ejecutivo quedará vacante hasta definir la nueva empresa. Costa precisó que es lo que han propuesto los empresarios y, aunque Economía tiene algunas alternativas, tampoco tiene problemas en aceptarlo.