El Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana (Coiicv) defendió ayer la ampliación del puerto de València porque «genera empleo de calidad y estable» y su impacto medioambiental es limitado. El decano del Colegio, Salvador Puigdengolas, insistió en que es una oportunidad que no se puede dejar escapar y aseguró que la opción elegida para la ampliación es la que menos impacto tiene. Puigdengolas se reunió hace unos días con la consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Mireia Mollà, y le recordó que la Declaración de Impacto Ambiental aprobada en 2007 es la menos perjudicial.

El corredor mediterráneo y la ampliación del puerto son dos de las principales preocupaciones del colectivo, según recoge el VI Observatorio Industrial de la Comunitat Valenciana realizado por la consultora Improven. Puigdengolas presentó ayer el informe junto a Sergio Gordillo, socio director de Improven. El decano explicó que había cinco alternativas para ampliar el puerto y la Autoridad Portuaria de Valencia escogió la cuarta, que «es la menos dañina». «Hay una naviera (MSC) dispuesta a invertir mucho dinero (mil millones de euros). Si no lo hacemos nosotros, lo harán otros. Tenemos que aprovechar esta oportunidad. La situación económica del puerto es excelente y la logística actúa como eje dinamizador», destacó. Sergio Gordillo coincidió con Puigdengolas en la importancia del proyecto. El consultor incidió en que la logística es el cuarto gran motor de la economía valenciana junto a la cerámica, la automoción y la agricultura.

Por otro lado, el responsable del Colegio de Ingenieros Industriales criticó la dispersión de las políticas públicas de innovación que ahora están repartidas entre la Conselleria de Innovación, la Agencia Valenciana de Innovación y el Instituto de Competitividad. «Hay demasiada dispersión. Los profesionales deben tener claro dónde ir. No tenemos queja de la Agencia de Innovación. Me preocupa más la Conselleria de Innovación que de 900 millones de euros de presupuesto destina 830 a las universidades», lamentó el decano. El informe del Observatorio Industrial revela que el 70 % de las empresas carece de departamentos de I+D. Los ingenieros creen que es más importante ligar las ayudas públicas al desarrollo de este tipo de departamentos que destinarlas a proyectos de innovación concretos.

Por otro lado, el estudio advierte de que el tamaño de las empresas valencianas no es grande. Sergio Gordillo defendió que la «Administración debe colaborar con incentivos públicos a que las empresas valencianas ganen tamaño» para que sean más competitivas. El consultor señaló que algunas compañías pueden resistirse a crecer porque, por ejemplo, pasar de 50 trabajadores les obliga a tener un comité de empresa o aumentar la facturación implica que deben realizar la liquidación de impuestos mensualmente en vez de trimestralmente. «Hay que eliminar barreras e incentivar el crecimiento de las empresas», insistió Gordillo.

El estudio revela que los ingenieros industriales valencianos han alcanzado el pleno empleo. «La tasa de paro es del 3 %. Los perfiles más demandados son los de ingenieros con conocimientos en transformación digital. Las empresas necesitan profesionales que sepan interpretar la ingente cantidad de datos que están recopilado», subrayó Salvador Puigdengolas. Como nota negativa, el análisis recoge que el 52 % de los ingenieros considera que el entorno económico evoluciona hacia la incertidumbre.