La patronal Anesco y los sindicatos de los estibadores se reunieron ayer en un nuevo intento de avanzar en la negociación del nuevo convenio marco laboral para el sector -que afecta a unos 7.000 trabajadores de los puertos de interés general de España- tras la reforma decretada hace ya dos años y medio por el Gobierno del PP a petición de la Unión Europea con vistas a liberalizar el acceso a una profesión monopolizada por empresas únicas en cada recinto portuario. El encuentro entre los representantes de los trabajadores -que mantienen jornadas de huelga en los muelles a partir del día 25 de noviembre- y de los empresarios se retomará mañana. Por tanto, los sindicatos mantienen las movilizaciones previstas en los puertos. Los estibadores llaman así de nuevo a parar los puertos tras los realizados en 2017. La reestructuración de la actividad de carga y descarga de mercancías en los muelles se completó definitivamente el pasado mes de abril. Entonces, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez logró convalidar en la Diputación Permanente del Congreso el Real Decreto Ley, que desarrolla normativamente la citada reconversión aprobada en 2017.

Los grandes puertos españoles, entre ellos el de València (con 1.700 estibadores) todavía no ha podido adaptar su convenio colectivo a la reforma del sector. Sigue pendiente la subrogación de los trabajadores a las nuevas empresas o los planes de jubilación, entre otros acuerdos.