La situación de miles de trabajadores desarrollando sus labores de forma clandestina, esto es, sin estar dados de alta en la Seguridad Social, no es la única irregularidad que encuentran los inspectores de Trabajo. También son muchos los contratos temporales que, en realidad, debería ser indefinidos y que de no ser por estas actuaciones permanecerían en esa situación.
En los nueve primeros meses de 2019, la Inspección ha forzado la transformación de 13.047 contratos, casi un 18% más que en el mismo periodo del año anterior. Y el triple de lo que se había fijado como objetivo.
Junto a los grandes datos (en Valencia se han transformado más de 6.700 contratos temporales fraudulentos dentro de un plan de choque por un trabajo digno), la Inspección detectó un fraude en las contrataciones de 62 trabajadores eventuales en una empresa del sector público autonómico. Se trata de la situación de los investigadores del centro hospitalario La Fe, cuya denuncia a Trabajo ha sido atendida.
Además, una empresa dedicada a la fabricación de dulces tuvo que incorporar a 110 trabajadores a su plantilla, además de abonar las diferencias salariales (y también las cotizaciones). La Inspección concluyó que existía una cesión ilegal de trabajadores, es decir, que desarrollaban su trabajo para esta empresa pero estaban contratados por otra simplemente para abaratar costes y evitar riesgos. Lo mismo ocurrió con una empresa del sector de vehículos de alquiler con conductor, los que funcionan con licencias VTC, y que utilizaba trabajadores cedidos ilegalmente para desarrollar su actividad.
