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Tribunales

Los problemas crecen: Vigo también pone trabas a un megacentro comercial de Intu

El ayuntamiento gallego tumba la tramitación de Porto Cabral al promotor que bloquea la inversión millonaria en Paterna

Recreación de Intu Mediterrani, en una imagen de archivo. levante-emv

Intu Eurofund, el grupo promotor de centros comerciales con base en Reino Unido, camina a dos velocidades en España. Mientras proyectos como el de Torremolinos (Málaga) para levantar el mayor resort comercial y de ocio dispone de todas las licencias y pronto iniciará las obras, en otras zonas no consigue arrancar pese a una década de trámites. No solo en Paterna, donde la iniciativa lanzada en 2011 sigue enredado en conflictos y desacuerdos con la Generalitat. Ocurre también en Vigo.

La ciudad gallega acaba de frenar en seco el proyecto Porto Cabral en el que la joint venture que tiene a Salvador Arenere como cabeza visible trabaja desde hace 8 años. El concello presidido por Abel Caballero ha dado carpetazo a la propuesta de Intu para construir en la afueras de la ciudad un centro de 400.000 metros cuadrados, de los que la mitad van destinados a ocio y comercio.

Los motivos de la negativa son diferentes a los que se ha encontrado en València, con un Consell que rechazó en 2016 el proyecto por motivos ambientales. En el caso de Vigo, los responsables municipales de Urbanismo han inadmitido la petición del promotor para tramitar el proyecto a través de la ordenación provisional. Se trata de una vía exprés recientemente aprobada por el Gobierno municipal después de que su PGOU fuera tumbado judicialmente hace cuatro años.

Esa sentencia bloqueó el urbanismo de la ciudad gallega más dinámica, y este pasado verano se creó un nuevo instrumento urbanístico para llevar adelante proyectos pendientes. Ahora, sin embargo, Intu recibe un portazo con el argumento principal de que el promotor no es propietario de ningún suelo en la zona donde pretende construir el parque, ni goza de control en forma de «ningún derecho de propiedad, superficie o explotación» que lo «habiliten para poder presentar esta solicitud».

El promotor manifestó ayer su «profunda decepción» por la negativa «tras ocho años de gestiones» en un proyecto con 800 millones de inversión, más 200 de los futuros operadores. «La decisión del ayuntamiento coloca al proyecto de Porto Cabral en un momento crítico», señala la entidad. «Abrimos un periodo de reflexión sobre el futuro de una ubicación que siempre hemos considerado estratégica», añade, aunque de momento siguen convencidos de instalarse en Vigo.

Mientras tanto, en València el inversor sigue a la espera de los pasos que tiene que dar la Generalitat. Hace unas semanas, el Tribunal Superior de Justicia dio la razón al promotor y sentenció que el informe de Evaluación Ambiental que tumbó el proyecto en 2016 no estuvo bien hecho: fue insuficiente y tuvo falta de consistencia.

Así, obliga al Consell a retrotraer el procedimiento al momento de la elaboración del informe. La Generalitat, con todo, aún no ha decidido si recurrirá esa sentencia o evaluará el proyecto de nuevo como ordena el tribunal. Un ayuntamiento, el de Manises, ya anunció que sí acudirá al Supremo.

Pese a los problemas de liquidez del grupo británico Intu, sus proyectos estratégicos en España siguen adelante. Las tres joyas de su cartera (Intu Venecia, Xanadú e Intu Asturias) son propiedad al 50% con un socio, y la compañía los ha puesto en el mercado. Hace unas semanas vendió un pequeño centro comercial en Irlanda por 46,5 millones de euros. Las desinversiones realizadas en 2019 han aportado al grupo casi 312 millones.

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