José Manuel Bertolín, cofundador del grupo constructor y cementerio valenciano Bertolín, fue despedido ayer en el Tanatorio Municipal de València. Al sepelio asistió su amplia familia y representantes del mundo empresarial, social y político de València, que destacaron el papel de la saga en los últimos años.

Su muerte se produjo el jueves a los 70 años en València. El empresario era el mediano de los hermanos Generoso, José Manuel e Isidro, que hace más de 50 años crearon Bertolín, un grupo que hoy ya está gestionado por los hijos de los fundadores, la segunda generación de la saga formada por tres ramas: los Bertolín Agustín, los Bertolín Gómez y los Bertolín Pérez. Isidro falleció en 2001, por lo que Generoso Bertolín Martín es el único que sigue vivo.

Perteneciente a una familia que tiene un bajísimo perfil público (apenas existen fotografías de sus miembros), a José Manuel le sobreviven su viuda Amparo y sus dos hijos, José Manuel y Nacho Bertolín. Este último trabaja en Grupo Bertolín, junto a su prima María Bertolín Pérez, que es la directora general de la compañía y es hija de Isidro Bertolín Martín.

Las primeras obras de Bertolín se centraron en clientes del sector público y de empresas eléctricas, hasta que pasaron de trabajar para otras empresas a ser constructores. Para conseguir proveerse de cemento de calidad y a precios óptimos, se unieron a otros inversores y constituyeron Cementos La Unión. Hoy el grupo integra sus negocios en la sociedad cabecera Hormigones Cortes y la familia posee participaciones en construcción (Grupo Bertolín), conservación y restauración (Antique), cementos (Cementos la Unión) y alimentación (Fincas del Turia y Mudéjar Wagyu), entre otros muchos.