Los salarios de los valencianos alcanzaron en el tercer trimestre de este año la cantidad media de 1.685 euros. Se trata de la cifra más alta desde los 1.529 euros del mismo período de 2008, cuando se inició la crisis. Son 155 euros más, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En la serie histórica desde 2008 no ha habido incrementos consecutivos de las remuneraciones de los trabajadores. En 2011 habían escalado a los 1.604 euros, pero tres años después habían bajado a los 1.568. Desde entonces las subidas no se detuvieron si descontamos 2017, cuando bajaron de 1.641 a 1.623. A partir de esta última cifra, el aumento ha sido de 62 euros. El director general de Trabajo de la Generalitat, Gustavo Gardey, asegura que en ese incremento no ha tenido ninguna relación la subida a 900 euros en el Salario Mínimo Interprofesional aprobada por el Gobierno en diciembre de 2018, porque «solo los convenios referenciados al SMI cuentan y son muy pocos».
Sea como fuere, lo cierto es que el alza de salarios en la Comunitat Valenciana en el tercer trimestre se ha situado en términos interanuales en el 1,2 %, siete décimas por debajo de la media española. Eso significa que en dicho período se ha agrandado la brecha que separa las remuneraciones de los valencianos de las de los trabajadores del resto de España. En concreto, al finalizar septiembre estaba en 191 euros. Y en 555 respecto a los madrileños. El coste salarial por hora trabajada en la Comunitat Valenciana fue de 13,88 euros, un 0,3 % más, frente a los 15,52, con una subida del 2,1 %, del conjunto de España.
Por otro lado, resulta significativo comprobar en la serie histórica y, desde luego, en este 2019, cómo los salarios en el tercer trimestre son sistemáticamente inferiores a los del segundo. Así, en el primer período fueron de 1.685 euros y en el segundo, de 1.751, es decir 66 más. Según Gardey, la principal explicación de ello es que julio, agosto y septiembre son los meses vacacionales y en los mismos aumentan las ocupaciones dedicadas al turismo, es decir aquellas peor remuneradas, lo que implica que sube el número de trabajadores pero baja el volumen salarial.
