La compañía española Vueling, perteneciente al grupo IAG en el que también está integrado Iberia, acaba de estrenar en el aeropuerto de Manises su nuevo servicio de handling. València, de hecho, será la prueba piloto de la nueva empresa.
Se trata de los trabajos que se hacen el perímetro de un vuelo, desde la atención en el mostrador de facturación a la recogida de pasajeros a pie de pista o la recogida de maletas. Por lo general, las aerolíneas tienen este servicio externalizado. Hay empresas que dan servicio a otras aerolíneas, mientras que otras como Ryanair han creado su propia filial de handling (Azul).
La decisión de Vueling se enmarca en el proceso de reducción de costes que están asumiendo todas las aerolíneas. Hasta ahora, Vueling se apoyaba principalmente en el personal de tierra de Iberia (Iberia Airport Services), pero el impacto que han tenido sus huelgas recientes en la operativa de Vueling en el aeropuerto de El Prat, su hub principal, le llevaron hace meses a replantear su estrategia.
En ese contexto, Vueling acaba de crear su filial, Yellow, y ha escogido el aeropuerto de València como campo de pruebas. No es casual. La compañía, con dos aviones basados, es en estos momentos el segundo operador por volumen de pasajeros en un aeropuerto que se encamina a los 8,5 millones de viajeros. Solo entre enero y noviembre Vueling ya supera en un 20% el tráfico de todo 2018. No sería descartable incluso la incorporación de un tercer avión a su base.
En Valencia, Vueling no estaba operando con el personal de tierra de Iberia sino con Ground Force, del grupo Globalia. La semana pasada la nueva filial puso en marcha el nuevo servicio.
Manises ha sido el escogido debido a que justamente ha coincidido con la finalización del contrato del hasta ahora proveedor del servicio y Vueling ha subrogado a todos los trabajadores fijos, señaló ayer la empresa a Europa Press.
«El objetivo a corto y medio plazo es probar este servicio únicamente en Valencia», añadieron fuentes de la empresa.
