La aseguradora de un coche que sufrió un incendio cuando estaba estacionado en un garaje privado deberá hacerse cargo de los daños ocasionados en el inmueble, según ha confirmado el Tribunal Supremo en una reciente sentencia conocida ayer. El pleno de la sala de lo Civil aplica la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y entiende que el estacionamiento de un vehículo es un «estadio natural y necesario» de su uso como medio de transporte, motivo por el cual es, por tanto, su seguro el que debe responder.

Los hechos parten del incendio, en 2013, de un vehículo recién comprado, con apenas diez días de antigüedad, que fue aparcado durante más de 24 horas en un garaje privado de Vitoria y que ocasionó daños en el inmueble. Tras haber asumido los desperfectos en un primer momento, la aseguradora del garaje reclamó a la compañía Línea Directa, con la que el propietario del vehículo tenía concertado el seguro obligatorio, el pago de cerca de 45.000 euros. Ante la falta de consenso entre las partes, la reclamación llegó, primero, al juzgadode Vitoria, que desestimó la demanda, y más tarde a la Audiencia Provincial, que obligó a Línea Directa a hacer frente a dicho desembolso.