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El salario de los directivos valencianos sube dos puntos más que el de los empleados

Los ejecutivos incrementaron su retribución en 4.500 euros, hasta los 80.947, y los trabajadores, en 870, hasta los 22.200

El salario de los directivos valencianos sube dos puntos más que el de los empleados

La brecha salarial entre directivos y empleados -o, si se quiere, entre trabajadores más y menos cualificados- se amplía en la Comunitat Valenciana. El año pasado, el salario de los ejecutivos creció dos puntos más que el de los empleados, según un informe elaborado por la escuela de negocios Eada y la consultora de recursos humanos Icsa Grupo que recoge datos desde julio de 2007 hasta julio de 2019.

La retribución de los directivos valencianos alcanzó el año pasado una media de 80.947 euros, con un incremento del 5,8 % respecto a los 76.489 que percibieron en 2018. Se trata de una subida anual de casi 4.500 euros. Los ejecutivos que trabajan en la Comunitat Valenciana se encuentran lejos, sin embargo, de la media nacional, que fue de 84.773 euros en 2019 y a mayor distancia de los emolumentos que perciben sus homólogos de Madrid (89.873) y Cataluña (86.694). No obstante, la subida en la autonomía fue 1,2 puntos superior a la de la media española, lo que implica que la brecha entre ambos colectivos se redujo en 2019.

Por su parte, las remuneraciones de los empleados se incrementaron en la Comunitat Valenciana un 4 %. De ahí los casi dos puntos menos que los directivos y el aumento de la distancia salarial con estos. La retribución del común de los trabajadores se situó hasta julio del año pasado en 22.200 euros de media mientras que en 2018 esa cantidad era de 21.330. Por tanto, la mejora de sueldos fue de solo 870 euros, una quinta parte de la que disfrutaron los ejecutivos. Aún así, la brecha con el resto de españoles también mejora en este caso, dado que en la media nacional el aumento fue del 1,9 %, al pasar los salarios de 22.819 a 23.250 euros. Estas cifras implican que los empleados valencianos cobraban 1.050 euros menos que sus colegas del conjunto de España. La distancia es mucho mayor si hacemos la comparativa con navarros y madrileños, que perciben, respectivamente, 25.666 y 24.648 euros.

El documento hecho público el pasado jueves también se detiene a analizar la situación de los mandos intermedios en las empresas. Por lo que respecta a la Comunitat Valenciana, en 2018 se ubicaban muy cerca del furgón de cola de este escalafón con 36.833 euros anuales. Una cifra solo superior a Canarias, Andalucía, La Rioja y Castilla-La Mancha. Un año más tarde esa cantidad había subido a 38.991 euros. Se trata, en consecuencia, de 2.100 euros más. Dicho de otra forma, de un aumento del 5,8 %. De nuevo, la subida valenciana está por encima de la experimentada en España, que fue del 3,43 %. Pasó de 41.507 a 42.929 y, por tanto, fueron 1.400 euros de subida, 700 menos que en la Comunitat Valenciana.

Poder adquisitivo

El informe analiza -en este caso, solo en el conjunto de España- la evolución salarial acumulada en porcentaje de las tres categorías mencionadas con la inflación acumulada desde 2007, el año en que comenzó la crisis. Este indicador de precios aumentó un 17,4 %. Dado que los salarios de los trabajadores subieron un 18,69 % en el mismo período, su poder adquisitivo creció un 1,29%. Una mejora a gran distancia de la que experimentaron directivos y mandos intermedios, que fue del 5,9 %.

En consecuencia, los grandes damnificados tanto desde el inicio de la crisis como en relación al último ejercicio son los empleados sin responsabilidades ejecutivas en sus empresas. En la presentación del documento, el presidente de Icsa Grupo, Ernest Poveda, explicó que la desigualdad de los aumentos salariales se explica, entre otras razones, por la ausencia de una retribución variable en los empleados. No obstante, también recordó que la remuneración de estos solo había subido un 0,11 % en 2018 y añadió que el mayor incremento experimentado en 2019 se debió a factores como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros.

Poveda expresó un cierto temor a que el nuevo Gobierno eleve aún más el SMI, tal como se ha comprometido, y sostuvo que una de las posibilidades existentes es que vaya a crear más economía sumergida. «El SMI entra en juego cuando no hay un convenio que regule los salarios de los trabajadores. Ahora sería el momento en que probablemente deberían haber reuniones entre patronal, sindicatos y el Gobierno para ver cómo afrontar el futuro», añadió el profesor de Eada Business School Jordi Costa, quien llamó a vincular mejor las carreras universitarias con las demandas empresariales y situó el coste de la Seguridad Social como un freno al aumento de los salarios y a la creación de empleo en las pymes, que generan más del 60% del mismo.

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