Las asambleas de pilotos de los sindicatos Sepla y UPPA en Air Nostrum ratificaron el pasado lunes el nuevo convenio colectivo hasta 2022, zanjando definitivamente una disputa laboral de varios años que ha dejado las dos primeras huelgas de aviadores en la historia de la aerolínea valenciana.

El texto, como adelantó Levante-EMV, incorpora algunas de las medidas de flexibilidad que requiere la empresa que preside Carlos Bertomeu para desplegar la estrategia de crecimiento, expansión y diversificación en que está embarcada, y que le ha llevado entre otras cosas a trabajar para otras aerolíneas.

Así, por ejemplo, el convenio incluye que los destacamentos internacionales, que en el anterior convenio eran de cinco días, ahora podrán ser de 7 ó de 14, y todos los pilotos podrán participar. Se trata de las salidas a Europa que hacen los pilotos enviados por la compañía para volar para firmas como Lufthansa, SAS o Croatia, en servicios de wet lease. Son trabajos esporádicos pero que interesan a los pilotos: se pagan mejor y la tributación es menor. El régimen anterior, con las salidas limitadas a cinco días, afectaba a la rentabilidad de estas operaciones.

Los sindicatos también han conseguido victorias. Se ha pactado la desaparición de los días libres forzosos en los que la empresa podía disponer de los pilotos. Es una figura con la que una aerolínea puede echar manos de su personal en momentos de puntas de tráfico. Ahora, sin embargo, se deja a voluntad del piloto ceder esos días. Este es uno de los aspectos que motivaron las huelgas. Con todo, la empresa se garantiza a través de otras medidas compensatorias disponer de pilotos en estos meses críticos.

Por otro lado, se eleva a convenio el compromiso de la empresa de que no se externalizará a otras empresas (del grupo de Air Nostrum o ajenas) más del 20% de los vuelos que se realizan para Iberia, que es lo que se entiende que es el meollo de la actividad de la empresa.

Superada la crisis y tras varios años en beneficios, se recuperan las tablas salariales previas al recorte de hace una década. La firma del convenio incorpora también una paga única de hasta 6.000 euros.

Por primera vez en el convenio, se regulan las vacaciones en verano. El colectivo, en años alternos, se aseguran hasta ocho días seguidos de descanso en periodo estival.«El avance más importante es asumir por todas las partes que la flexibilidad se consigue yendo de la mano», resume Pere Calatayud, delegado de la Unión Profesional de Pilotos de Aerolínea UPPA y miembro del comité de Air Nostrum.