Después de un año 2019 que para Benidorm solo puede tildarse de 'aceptable', con un conjunto de tormentas como la quiebra de Thomas Cook, el caos con el retraso del Imserso que ha dañado la temporada de invierno o problemas para las aerolíneas por el suministro de Boeing, la capital turística de la Costa Blanca puede darse por vacunada contra el Brexit. Es una de las lecturas positivas para el turismo valenciano que deja el inicio de la feria internacional de turismo de Madrid, Fitur, que se celebra en Madrid entre el miércoles y el domingo, y en el que la C. Valenciana venderá sus argumentos turísticos en un foro que reúne a más de 140.000 profesionales de 165 países.

El presidente de la patronal hotelera de la C. Valenciana Hosbec, Toni Mayor, confirma la hasta cierto punto 'sorpresa' en el sector por un incremento de entre el 6% y el 7% de reservas para verano por parte de turistas británicos, según les han trasladado representantes de Jet2, touroperador con mayor presencia en la Costa Blanca.

Estimular la demanda

¿A qué se debe esto, precisamente a diez días de que se ejecute la salida de Reino Unido de la UE? «Los operadores han seguido una estrategia de 'early booking' para estimular la demanda», explica Mayor, respecto a las ofertas agresivas de descuentos, que ha llevado a muchas familias a anticipar la compra sus vacaciones antes de que puedan cambiar las condiciones económicas. «No veo nubarrones que vayan a afectar a la macroeconomía. Este va a ser un año similar a 2019 o quizá un poco mejor».

Cabe recordar que la aportación del mercado británico a la C. Valenciana es trascendental desde el punto de vista turístico. Uno de cada tres turistas extranjeros procede de ese país, y en núcleos como la Costa Blanca, su cuota es mucho mayor.

En términos de rentabilidad, sin embargo, Benidorm no ha podido exprimir 2019 al mismo nivel que Valencia, por ejemplo, señalan los empresarios. Eso sí, los hoteleros de Benidorm continúan aprovechando estos años de bonanza para reinvertir en reformas, y elevar la categoría de los establecimientos a cuatro estrellas o superior para poder subir las tarifas. Si este verano han cerrado unos cinco hoteles, para el próximo invierno se esperan otras tantas reformas integrales.

Capital privado

En este sentido, el microcosmos empresarial alicantino, un ámbito tradicionalmente controlado por patronos locales de toda la vida, ha entrado definitivamente en el radar del capital privado. «Los fondos nos persiguen» resumió ayer Mayor durante su intervención en el pabellón valenciano para la presentación del destino de la Costa Blanca. Y es que en los últimos años, establecimientos como InTempo, Villaaitana, o la cadena Medplaya entre otros han protagonizado este tipo de operaciones. «Están a la caza y captura... Hoy me decía uno: oye, que vienen detrás de mí, un family office quiere comprarme el hotel y que lo gestione», cuenta Mayor.

Alicante, más allá de Benidorm, se ha volcado en la feria. Como hace desde hace varios años, este fin de semana sacará su oferta turística del recinto de Ifema en busca del impacto en la capital de España. En concreto, 1.500 personas desfilarán por algunas calles del centro y montarán una foguera en la plaza de Callao.