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El sector agrario considera «inasumible» el alza del salario mínimo al disparar los costes

Organizaciones de productores, empresas exportadoras y autónomos critican la subida salarial pactada del SMI a 950 euros y advierten de la próxima destrucción de empleo - El sector de frutas y hortalizas será uno de los más afectados

El sector agrario considera «inasumible» el alza del salario mínimo al disparar los costes

La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 900 a 950 euros, pactada esta semana entre el Gobierno central, la patronal CEOE y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, ha puesto en alerta al sector agrario. Organizaciones afines a los propias centrales mayoritarias, asociaciones de productores así como empresas exportadoras han puesto el grito en el cielo.

En un contexto de caída de la renta agraria (-8,6% en 2019) y de entrada sin control de importaciones que no cumplen con las mínimas garantías sociales, laborales y salariales de los trabajadores, dicho aumento es inasumible para pequeñas y medianas explotaciones. «Nos expulsa del mercado. Estamos a años luz de poder trasladar al precio de nuestros productos el alza de costes en un mercado desregulado en el que se impone la 'ley de la selva'» asegura el coordinador general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) , Eduardo López.

Esta organización agraria sostiene que la subida del salario mínimo a los 1.000 euros -tal como pretende el Gobierno de Pedro Sánchez a lo largo de esta legislatura- podría suponer un aumento del 50,4% de las retribuciones medias para los agricultores, al pasar de 967 euros por trabajador/mes en 2018 a 1.455 euros en 2020. Así lo recoge la simulación realizada por los Servicios Técnicos de Coag en base los datos reales de una explotación media, con 2-3 trabajadores fijos.

Frutas y hortalizas

Para las empresas del sector hortofrutícola, la aplicación de la última subida del SMI ha supuesto un aumento de costes adicionales e incrementos salariales y de Seguridad Social de entre un 7 % y un 22 % en todas las zonas de producción, no habiendo sido posible trasladar esa subida a los precios de venta a la distribución, lo que ha provocado una fuerte reducción de la contratación de trabajadores en el año 2019, según la patronal de exportadores Fepex. Esta situación se agrava por la imposibilidad de repercutir el crecimiento de los costes en el precio de los productos, debido a la competencia de países terceros en los mismos productos y calendarios, sin que se aplique el principio de preferencia comunitaria.

Esta patronal del campo recuerda que los datos del Ministerio de Trabajo han puesto de manifiesto que el paro registrado en el sector agrario ha aumentado en el año 2019, especialmente en las categorías profesionales más bajas, así como la pérdida de horas de trabajo computadas como compensación a la subida aplicada, siendo el sector productivo que más ha sufrido la subida del SMI, y especialmente el hortofrutícola dado su carácter intensivo en mano de obra.

Ante esta situación, Fepex considera que el sector productor exportador de frutas y hortalizas, que da empleo a un alto número de trabajadores de baja cualificación, con un porcentaje elevado de inmigrantes con muy poco tiempo de residencia en España, va a reducir sensiblemente la actividad productiva, dado que no existe margen para incorporar el incremento de costes, lo que provocará una fuerte destrucción de empleo en los cultivos más intensivos en mano de obra.

Autonomías más afectadas

También para la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) el alza de las retribuciones mínimas hasta 950 euros resulta «inasumible» para el sector agrario, inmerso en una crisis de rentabilidad por los bajos precios en origen y los altos costes de producción. Asegura que las autonomías más perjudicadas por esta subida son Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-la Mancha, Región de Murcia, Comunitat Valenciana, Castilla y León, Aragón y Cataluña. Afectará a unos 220.000 trabajadores agrarios que están en las bases mínimas y niveles retributivos más bajos, a los más jóvenes y a los menos cualificados.

Mientras tanto, la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castelló, Fepac-Asaja Castelló considera una «especial afección» de esta subida en el campo y la ganadería, que ya padece una crisis de rentabilidad debido fundamentalmente a los elevados costes de producción y a los bajos precios en origen, explica el presidente de Fepac, José Vicente Guinot.

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