El administrador del aeropuerto de València, la empresa estatal Aena, está aprovechando el momento de pujanza de la infraestructura de Manises, a caballo del tirón turístico de la ciudad, para actualizar las instalaciones y desplegar inversiones que pongan al día el aeródromo.

El director del aeropuerto de València, Joaquín Rodríguez, anunció ayer la licitación de un contrato para reformar la terminal 1 del aeropuerto por un importe de 4,7 millones de euros. Aunque Manises funciona a simple vista como una sola terminal, esta tiene tres partes: la más antigua, la terminal 2, construida entre 2010 y 2012, y la regional, inaugurada en 2007, en plena Copa América.

Es la parte más antigua en la que se van a acometer los cambios a partir de mayo y hasta 2021. Se hará a través de pequeñas intervenciones, para no afectar a la operativa en pleno crecimiento de los tráficos. La intención es homogeneizarla con el conjunto, además de ampliar el filtro de seguridad -tanto en capacidad de pasajeros por hora como en los espacios disponibles- y dotar a la infraestructura de más luz natural.

Además de esto, Aena está acometiendo otras obras y mejoras en equipamientos por un importe aproximado de otros cuatro millones, elevando a nueve millones el montante total que se está desplegando en estos momentos. Por ejemplo, se acaba de adjudicar por algo más de 700.000 euros el cambio a led de los proyectores de la plataforma y la automatización del control. Ya en 2019 se ha inaugurado una nueva zona internacional de llegadas.

Nuevas rutas

Manises ha cerrado un 2019 de «hitos» históricos, destacó ayer el director, Joaquín Rodríguez, al recordar que se ha superado la barrera de los 8,5 millones de pasajeros en un solo año, además de haber vivido también un récord mensual en agosto, con casi 890.000 viajeros.

En este contexto, las previsiones pasan por mantener los incrementos, si bien Rodríguez se muestra cauto con las cifras teniendo en cuenta que el aumento de capacidad (plazas programadas) de las aerolíneas está siendo menor que otros años. Y es que hay factores que pueden frenar los crecimientos, como la evolución de la economía mundial, la crisis de Boeing como suministrador de aviones (a Ryanair, por ejemplo, primer operador del aeropuerto) o el Brexit, aunque el aeropuerto de València ha visto crecer este año un 7,8% sus movimientos con este país. Reino Unido, en todo caso, supone un 10% del tráfico total, con lo que la exposición a este riesgo es limitada.

Para 2020 la operativa trae novedades que evidencian la rentabilidad de aeropuerto, como el tercer avión ubicado aquí por Vueling; o la apertura de nuevas rutas, como la de SAS a Oslo, Vueling a Gatwick-Londres, el regreso de Air France para volar al hub Charles de Gaulle (París); o las novedades de Easy Jet a Basilea y Berlín, Eurowings a Hamburgo o Lauda a Stuttgart.

Al margen de esto, Rodríguez explicó que una de las principales actuaciones en materia de innovación será la puesta en funcionamiento de los sistemas de control documental automáticos en frontera ABC (Automatic Border Control) -ya instalados y pendientes de certificación- que permitirán la digitalización de los procesos para hacerlos «más cómodos, rápidos y prácticos para los pasajeros».