La Conselleria de Economía ve cómo un frente que se había cerrado la pasada legislatura vuelve a rebrotar. Se trata del pleito que durante dos años mantuvo el entonces director general de Consumo, Natxo Costa, con la patronal de gasolineras automáticas Aesae, a cuenta de la obligación de tener personal para atender estas instalaciones. La patronal que agrupa a estos empresarios acaba de ampliar ante la Comisión Europea una denuncia que presentó en 2016.

Es un conflicto en el que se intersecaban los intereses de muchos actores: por un lado, los del sector tradicional de estaciones de servicios, esto es, las petroleras; por otro, los del modelo de negocio emergente de gasolineras de autoservicio que no necesitan personal y que han entrado con fuerza en el mercado con precios más bajos. Y como telón de fondo, la reclamación de las organizaciones de personas discapacitadas para que sus derechos queden garantizados.

En aquel momento, en 2017, la conselleria finalmente dio marcha atrás y anuló la resolución con la que quería obligar a que, en horario diurno, las gasolineras valencianas estuvieran atendidas. Las gasolineras automáticas (hay unas cien en la C. Valenciana) veían esa obligación como una limitación que afectaba a su competitividad y beneficiaba los intereses de las grandes.

Después de varias sentencias de tribunales superiores, informes de Competencia y una amenaza de multa de Bruselas, la C. Valenciana se convertía así en la primera de España en permitir la operativa sin empleados.

Hoy, sin embargo, estas gasolineras automáticas vuelven a la carga, y denuncian a la Generalitat ante Bruselas por volver a «limitar el modelo de negocio de las gasolineras automáticas, al obligarles a tener personal de manera indirecta en las estaciones y, así, convertirlas en atendidas».

¿A qué se debe? A que el pasado 13 de diciembre, la Conselleria de Economía aprobaba el texto refundido de la ley del Estatuto de los Consumidores que, en opinión de Aesae, «atenta contra la normativa del libre mercado y de la libre competencia, favoreciendo la continuidad del oligopolio».

Según la disposición adicional única sobre personal y las condiciones de accesibilidad en gasolineras para personas con diversidad funcional, cuando estas instalaciones no reúnan las condiciones de accesibilidad universal, o incluso reuniéndolas, no quede plenamente garantizada el suministro de carburante en régimen de autoservicio, estas estaciones «inexcusablemente han de disponer en la misma instalación mientras estén abiertas y en servicio en horario diurno [de 7 de la mañana a 10 de la noche], al menos de una persona responsable».

¿Y cómo se determina si una gasolinera es accesible? La Generalitat, continúa el Estatuto, puede pedir a una comisión mixta un informe. «Una especie de tribunal de la Inquisición», censura el lobby empresarial Aesae, que critica también que esta normativa se aprobara de tapadillo en diciembre. «El modelo que representan las gasolineras automáticas está contemplado en la normativa del sector, donde se reconoce que existen tres modelos para vender carburante al por menor: atendido, autoservicio y desatendido», defienden.