Con tres años todavía por delante en sus mandatos el presidente y el vicepresidente, Caixa Ontinyent acaba de iniciar un nuevo proceso de renovación de sus órganos de gobierno que se espera tranquilo, si no surgen sorpresas de por medio. La asamblea esta integrada por 47 personas y se renueva la mitad por un período de seis años, incluida la vacante por el grupo que representa a la Generalitat que hace tres años no cubrió por su cupo Ciudadanos.

Por esta cuota hay ocho plazas, de las cuales dos continuan y se renuevan otras seis. El grupo más numeroso es el de impositores, con 25. Once de ellos surgen por sorteo de entre clientes de la entidad de ahorros, la única caja que queda en España junto a la balear Pollença. Los otros catorce se eligen también por sorteo de entre los grandes impositores, es decir, aquellos que tienen ingresados al menos entre 40.000 y 60.000 euros. De estos, se renuevan siete. Otras tres plazas corresponden al grupo municipal, ocho al personal y tres a la Fundación Universitaria Vall d'Albaida.

La asamblea, según fuentes de la entidad, debe estar renovada y con los nuevos vocales programdos el 10 de marzo. A partir de ese momento se iniciará el proceso para renovar al consejo de administración, que esta integrado por nueve personas. De ellas, cuatro son elegidas de entre los 47 vocales de la asamblea y las otras cinco son independientes elegidos por la asamblea de entre gentes de prestigio y formación académica, entre otros requisitos. Los independientes Isabel Vázquez (que podría renovar por el grupo de Generalitat por el PP) y Eduardo Úbeda y los miembros de la asamblea Honorio Cabezuelo y Juan Luis Gandía son los cuatro a los que se les acaba el mandato. Al presidente Antonio Carbonell le quedan tres años, igual que al vicepresidente, José Pla.