La conselleria de Hacienda ha cerrado ya un acuerdo con la firma británica que aseguró una emisión de bonos por importe de 227,5 millones de euros con la que se financió buena parte de la ampliación de Feria Valencia. Para cerrar el acuerdo firmado el día 28 tendrá que pagar 1,6 millones de euros a dicha empresa, según fuentes consultadas por este diario. Financial Services Authority (FSA), que ya cobró cerca de 5 millones cuando se formalizó la operación en 2002, estaba bloqueando la clave de bóveda del rediseño de Feria Valencia: la asunción de su millonaria deuda por parte de la Generalitat. Su posición, que amenazaba con dejar sin garantías a la emisión, tenía paralizada la aceptación de la subrogación por parte de los bonistas.

El acuerdo despeja el camino. Ahora, Feria Valencia, titular de la emisión, ha empezado ya el diálogo con los inversores, todos ellos institucionales y en buena parte extranjeros, para obtener su consentimiento al cambio de titularidad. Las fuentes consultadas afirman que la aseguradora mantiene la garantía sobre la operación, es decir, la cobertura en caso de impago.

Ahora, Generalitat, Ayuntamiento y Feria tienen que acelerar la concreción del futuro modelo por el que se regirá la nueva institución ferial. Una cuestión muy difícil dadas las discrepancias entre los socios del Botànic, con una conselleria de Hacienda (socialistas) defensora de la privatización de la nueva empresa y una conselleria de Economía (Compromís) que empuja para que sea de titularidad pública en vista también de que los posibles operadores privados interesados en su gestión quieren el control absoluto de la nueva empresa que se constituya al final del proceso. Las dos partes, no obstante, apuestan porque la nueva entidad se rija por el derecho mercantil para facilitar su operativa, pero la discrepancia de fondo parece de difícil resolución dado el enconamiento de las posturas.

Las prisas por la concreción del modelo derivan del hecho de que Hacienda ha establecido una fórmula, para cubrirse ante eventuales denuncias, por la que no condona la deuda a Feria Valencia tras la subrogación, para lo que va a establecer una cuenta acreedora respecto a la institución de Benimàmet. Esta opción es la que motiva las urgencias, dado que, conforme se vayan subrogando los bonos, la entidad entrará en causa de disolución por desfase patrimonial, según algunas fuentes, que explicaron que de lo que se trata es de reducir al mínimo el tiempo en que la Feria se encontraría en el limbo entre la defunción de la actual empresa y la constitución de la nueva. Como explicaba otra de las fuentes consultadas, «si tenemos que disolver la actual firma para constituir una nueva, necesitamos tener resuelta la cuestión del pasivo y, por ello, nos urge tener clara la definición del modelo y cómo se asume la deuda», que podría devolverse mediante la dación en pago gracias al patrimonio ferial.