La creciente movilización de todo el campo español vuelve a poner la agricultura en el centro de la agenda política. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió ayer a las grandes superficies de distribución que hagan «examen y autocrítica» por la caída de precios en la agricultura, al tiempo que advirtió de la necesidad de introducir mayor transparencia en la cadena.

«Es evidente que las grandes distribuidoras tienen que hacer un examen, una autocrítica y tenemos que introducir muchísima más transparencia para defender al pequeño y mediano agricultor y ganadero», declaró Sánchez a la prensa en Bruselas. Sánchez consideró que es «absolutamente inaceptable» que el sector esté viendo cómo los precios de los productos agrícolas «bajan, bajan y bajan», dijo, tras apuntar la preocupación del Gobierno por la formación de precios.

Preguntado por si cree que los fondos europeos pueden servir para calmar a los agricultores y ganaderos que se están manifestando en España para denunciar la crisis en el sector, el presidente del Gobierno incidió en el papel de las grandes superficies en la formación de precios. También apuntó como armas para apoyar al sector los recursos de la PAC y la necesidad de que la Comisión Europea haga valer el «peso» del mercado único frente al perjuicio que puedan provocar decisiones de otras «superpotencias» en su política comercial, como los aranceles de Estados Unidos.