Kronos Homes ha vendido en tres meses la mitad del rascacielos de València diseñado por Ricardo Bofill. El proyecto ha atraído a inversores y familias, que han reservado un centenar de viviendas. El inmueble más caro es el ático y cuesta dos millones de euros. La compañía acaba de recibir la licencia de obras y asegura que los trabajos de construcción "comenzarán de forma inminente".

El rascacielos, la torre Ikon, será el edificio residencial más alto de la ciudad del Túria, contará con dos torres una de 30 plantas con 142 viviendas y, otra, de 14 plantas y 61 viviendas.

En poco más de 3 meses, Kronos ya ha vendido más del 50 % de viviendas, con precios de venta que comienzan en los 176.000 euros. Las viviendas de la torre de Bofill en València, de 1, 2, 3 y 4 dormitorios, cuentan con un diseño dinámico que permite adaptar los espacios a las necesidades de los inquilinos: desde espacios diáfanos y lo más abiertos posibles hasta otros más acogedores y tranquilos. La Torre Ikon cuenta, además, con un jardín mediterráneo, piscina y solárium, pensados para disfrutar del clima de la ciudad, así como con un gimnasio y un espacio social gourmet.

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El rascacielos de Bofill en València, por dentro

El socio y fundador de Kronos Homes, Saïd Hejal, ha destacado la buena acogida que ha tenido el proyecto que empezó a comercializarse en octubre. "En apenas tres meses hemos vendido la mitad de viviendas de la Torre Ikon. Esto demuestra el éxito de nuestra filosofía que apuesta por viviendas dónde la arquitectura y el diseño juegan un papel principal."

El nuevo edificio de Bofill estará terminado en 2023 y se ubicará en una de las zonas con más posibilidades de València, frente a la avenida de Les Cortes Valencianas y junto al Palacio de Congresos. Una localización privilegiada, rodeada de parques como el Jardín de Polífilo y la piscina parque de Benicalap y, a menos de cinco minutos, la estación de metro de Beniferri.

La Torre Ikon recoge el carácter de València y lo traduce en arquitectura: puro dinamismo en una mezcla de curvas y aristas. El proyecto ha sido abordado, no como un edificio, sino como una pieza fundamental en el engranaje del tejido urbano, algo característico en todas las obras de Ricardo Bofill, uno de los arquitectos postmodernistas españoles más reconocido internacionalmente.