El conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, han dado un «primer paso» en el que están «absolutamente de acuerdo»: que Feria Valencia sea una empresa pública. A partir de aquí, trabajarán en los nuevos Estatutos de la institución, que serán los que definan su futuro modelo «sin dejar nunca de lado» la cogestión público-privada, una tarea que esperan poder cerrar este mismo año. Así lo avanzó el propio Climent ayer al ser preguntado por el futuro del recinto ferial. Hacienda (socialistas) es proclive a que, al margen de la firma que acoja el patrimonio ferial a cambio de la deuda que asume la Generalitat, la compañía que gestionará el negocio ferial tenga una mayoría de capital privado, es decir operadores del sector que aporten negocio. Economía (Compromís), por contra, aboga por que esta última mercantil sea controlada por el sector público también.

Climent explicó ayer que él y Soler se mostraron de acuerdo en que Feria Valencia sea una «empresa pública» y en «trabajar paso a paso de manera evolutiva» para definir un modelo que «ayude a dinamizar ese instrumento». En próximos encuentros desarrollarán ese modelo, con el objetivo de que Feria Valencia «saque todo su potencial». Birmingham, Frankfurt o Milán podrían ser espejos en el que mirarse, apuntó el conseller. Se trata de empresas que funcionan como firmas privadas pero controladas por el sector público.

En cuanto a la posibilidad de subrogar la plantilla de la institución ferial en una empresa pública antes de la disolución de la actual firma y como paso previo a constituir la futura gestora, Climent se mostró a favor: «No podemos desperdiciar el conocimiento que tenemos en la Feria de cómo desarrollar las ferias, sería un error garrafal perderlo».