Son las 10:30 de la mañana y el centro de València presenta un panorama poco común. Las altas temperaturas, la masificación de gente y el olor a masclets trasladan al espectador a un día grande de Fallas. Solo que en lugar del senyor pirotècnic y las falleras la plaza está tomada por tractores y agricultores cabreados.

El ambiente dentro de la ruidosa manifestación es de satisfacción por haber unido a todas las agrupaciones de trabajadores agrarios con un objetivo común: exigir la mejora de las condiciones agrarias.

El tono es festivo. Además de los petardos que anticipan las ganas de que llegue marzo, la música también forma parte del paisaje sonoro. Típicamente valenciano, por supuesto. La dolçaina con la manta al coll pone ritmo a los primeros compases de la protesta. Tampoco falta un saxofón para amenizar la mañana.

Pero el campo no está para muchas fiestas. Hay más reivindicación que jolgorio. La manifestación es transversal. Han llegado de todo el territorio, desde Hondón de las Nieves (Alicante) hasta Vila-real (Castelló). Y no solo se habla de naranja. También de la viña, el caqui, hortaliza... El presidente de la cooperativa Campoenguera, por ejemplo, reivindica un «mantenimiento sostenible del olivar», empezando por establecer precios mínimos en origen, sin los cuales, en su opinión, es imposible mantenerse.

Por su parte, Víctor Viciedo, presidente de Llauradors Independents de Vila-real, propone medidas de «defensas comerciales» ante la discriminación del campo español respecto a mercados exteriores más competitivos. «Estamos trabajando perdiendo dinero, eso la sociedad lo va a pagar y el día que haya una crisis en estos países vamos a sufrir hambre», avisa. Al respecto, la Unió de Llauradors defiende que se consuman productos de temporada más próximos para que el cliente y los productores ganen.

La manifestación presume de ser ajena a posicionamientos políticos, pero ello no evita la presencia de dirigentes de todo el arco político. Alguno, como el diputado Joan Baldoví, pasó algún apuro al ser increpado por manifestantes. Varios presentes incluso pedían dimisiones.