El precio de la vivienda en la Comunitat Valenciana ha pisado el freno a pesar de que todavía está un 24,9 % por debajo de los máximos alcanzados durante el boom inmobiliario de hace quince años. El coste medio se ha mantenido estable en el mes de enero tras subir un 3,5 % en el último año. Las subidas más altas en los últimos doce meses se han registrado en Museros (24 %), Quart de Poblet (22,2 %), Bonrepós i Mirambell (17,5 %), y varios municipios de la Vega Baja (con incrementos de hasta el 24,7 %). En la provincia de Castelló solo tres localidades han registrado incrementos de doble dígito: Vall d'Uixó (13,7 %), Onda (13,2 %) y Altura (13,2 %). Los únicos distritos de València donde el precio sube con fuerza son los de la periferia (Rascanya, Benicalap, La Saïdia y Quatre Carreres), según datos de la plataforma Idealista.
El precio medio de la vivienda en la Comunitat Valenciana es de 1.381 euros el metro cuadrado, exactamente el mismo que en enero, un 0,3 % más alto que hace tres meses y un 3,5 % mayor que hace un año. El máximo histórico en la Comunitat Valenciana se alcanzó en enero de 2006 cuando el precio era de 1.839 euros el metro cuadrado. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, los precios de los pisos cayeron más de un 50 % pero desde 2015 están subiendo de forma sostenida. València y la Costa Blanca han liderado la revalorización de la vivienda con incrementos de doble dígito.
Alicante es la provincia más cara (por el peso del mercado de lujo en la Marina Alta y Baixa). A día de hoy, el metro cuadrado de las viviendas en Alicante cuesta 1.575 euros el metro cuadrado, un 20,3 % menos que su máximo histórico alcanzado en febrero de 2006 cuando de media el metro cuadrado costaba 1.975 euros. En la provincia de Valencia, la vivienda vale de media 1.226 euros el metro cuadrado, un 35 % menos que cuanto tocó su precio máximo en octubre de 2006 con 1.886 euros el metro cuadrado. En Castelló la vivienda es mucho más económica que en Alicante y Valencia porque quedan miles de pisos sin vender de la época de la burbuja inmobiliaria (sobre todo apartamentos en la costa). Un piso cuesta de media en Castelló 1.092 euros el metro cuadrado, un 42,4 % menos que en julio de 2007 cuando estaba a 1.896 euros el metro cuadrado.
El frenazo de la escalada del precio de la vivienda es evidente en la ciudad de València. En febrero de 2018 la subida interanual fue del 9 %, en el mismo mes de 2019 superó el 15 % y este año el incremento ha sido del 2,6 %. El motivo fundamental de esta ralentización, según las inmobiliarias, es que los compradores no pueden asumir más aumentos.
El informe de Idealista revela que en la capital del Túria los pisos están subiendo sobre todo en los barrios periféricos, que tienen un precio muy inferior a los inmuebles ubicados en el centro. El coste medio de la vivienda en València es de 1.801 euros el metro cuadrado (un 24,5 % inferior al registrado en febrero de 2008 cuando el metro cuadrado se pagaba a 2.387 euros). El distrito de Rascanya (donde están situados los barrios de Orriols y Torrefiel) lidera el incremento del precio con una subida interanual del 13,4 % y un coste del metro cuadrado de 1.217 euros. Actualmente Rascanya es la zona más barata para vivir en València. Benicalap ha tenido un aumento de precio en el último año del 8,6 % (1.467 euros el metro cuadrado), seguido de La Saïdia (8,4 %y 1.607 euros el metro cuadrado), Quatre Carreres (7 % y 1.647 euros) y Poblats Maritims (6,7 % y 1.719 euros). Por contra, el valor de la vivienda ha caído un 7,4 % en Camins al Grau (zona de la Ciudad Ciencias), donde el metro cuadrado está a 1.859 euros.
