Los proveedores de Ford Almussafes reivindicaron ayer la flexibilización laboral para adecuar los recursos humanos a la demanda y la carga de trabajo, y con ello poder mantener la continuidad de las empresas. El Clúster de la Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA) lamentó en un comunicado el ERE de extinción para 400 empleados anunciado el martes por Ford, una decisión que interpreta como un «reajuste necesario» para mantener la competitividad de la compañía y la supervivencia de la planta en el entorno global de la multinacional.

La asociación recordó que las empresas de automoción han desarrollado «un importante trabajo de diversificación en sectores, clientes y mercados». AVIA reúne a 117 empresas relacionadas con el sector de automoción, de los sectores metalmecánico, plástico, ingeniería, servicios, logística, envase y embalaje y consultoría. Su facturación conjunta supera los 12.000 millones de euros y emplean a 29.000 personas. Las empresas del clúster proveen a Ford, que es el tractor de la pervivencia de la entidad.

Por su parte, los sindicatos de Ford en Almussafes pedirán a la dirección reducir el número de afectados por el ERE y que se materialicen en bajas incentivadas, prejubilaciones y recontrataciones, como se acordó en el último ajuste de este tipo en 2009. Según las declaraciones recogidas por EFE, el ERE ha caído como un jarro de agua fría en la plantilla, según CC OO, si bien desde el comité de empresa ya se veía venir y lo ha ido advirtiendo a lo largo de todo 2019, un año en que se han sucedido cuatro expedientes temporales de empleo, uno por trimestre.

Para el presidente del comité y secretario general de UGT-Ford, Carlos Faubel, primero hay que ver la disposición de la dirección de llegar a un acuerdo sobre el ERE y su voluntad negociadora y, en caso positivo, se podrá rebajar la cifra de afectados y buscar salidas. Faubel señaló que en el último ERE, que se aplicó hace una década en la planta, la dirección de Ford Almussafes y UGT -sindicato mayoritario- firmaron el acuerdo sobre el ERE que afectó en aquel momento a 600 trabajadores. Entonces, en 2009, se pactaron 200 prejubilaciones y bajas incentivadas y 400 recontrataciones en un periodo de tres años.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que lamenta «profundamente» la decisión de Ford y pidió a la empresa que «sea lo más responsable posible con los derechos de los trabajadores», al tiempo que abogó por políticas de incentivos que «permitan recuperar el mercado del automóvil».

Patronal

El presidente de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro, manifestó que el ERE no es una buena noticia pero afirmó que tanto la factoría como el sector de la automoción son versátiles y flexibles para adaptarse. Navarro señaló que espera que la cifra inicial propuesta de 400 despidos se pueda reducir y las salidas de empleados se hagan «en las mejores condiciones».