Las ingenierías energéticas valencianas Genia Global Energy e Inderen trabajan en la prueba industrial de una planta que transforma la basura urbana en gas metano, fertilizantes y proteínas de consumo animal y humano. Las dos empresas valencianas ultiman la construcción de sendas «plantas piloto» en Murcia capital y la ciudad danesa de Kalundborg. La iniciativa forma parte del proyecto europeo Valuewaste, un programa para obtener sustancias provechosas de los residuos biológicos urbanos. El proyecto tiene un presupuesto de 10,8 millones de euros, de los que la Unión Europea aporta 8,3 millones de euros.

El proyecto Valuewaste trata de resolver el problema de los residuos orgánicos de las ciudades para evitar que acaben en vertederos o sean incinerados sin aprovechar su valor. El programa trabaja desde los métodos de separación y recogida de los desechos urbanos hasta su tratamiento mediante biodigestión anaerobia (la fermentación de la basura orgánica por bacterias en ausencia de oxígeno) para convertir los residuos urbanos en productos con valor como gas metano (inyectable en la red de gas natural), compost y fertilizantes orgánicos. El gran desafío del proyecto, según destacan sus promotores, es la obtención de proteínas para la fabricación de proteínas para consumo animal y humano.

Bernat Chuliá, director de Estudios y Proyectos de Genia Global Energy, explicó ayer que son capaces de conseguir una proteína similar a la de la soja o a la del suero de la leche de vaca. «Podemos obtener algo parecido al tofu», precisó. El proyecto está previsto que termine en 2022 y el objetivo es comprobar si se puede extender este tipo de plantas de valorización de residuos urbanos. La basura que utilizan es la orgánica (la del contenedor marrón).