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Análisis

La inversión extranjera cae un 22% en 2019 en València pero resiste al desplome general

El desembolso en España cae un 55% en el año del Brexit, el bloqueo electoral y la crisis institucional en Cataluña

Imagen de la planta de Ford en Almussafes. germán caballero

Parece que ha pasado un mundo, pero hace apenas dos semanas, había actividad económica. Las fábricas se movían, el capital buscaba oportunidades y las multinacionales anunciaban inversiones o prospectaban un territorio como este pensando en abrir filiales. Todo se ha parado, pero la agitación económica volverá. Mientras tanto, los indicadores al cierre de 2019 sirven para entender en qué posición se encuentra la C. Valenciana dentro del moderadamente estable ciclo que vivía la economía antes de que el coronavirus pusiera el mundo en standby.

La inversión extranjera dejó en 2019 en la C. Valenciana casi 753,5 millones de euros en nuevos proyectos, mejoras u operaciones corporativas. Pese a que se produce un descenso del 22,5% respecto al año anterior, no es una mala cifra si se compara con la caída generalizada de la inversión extranjera que se ha producido en el conjunto de España, con un 54,8% menos hasta quedarse en 22.376 millones, tras el récord de casi 50 mil millones del año anterior.

No ha sido una casualidad. Fenómenos globales como la guerra comercial, la incertidumbre por el Brexit o el parón de algunas de las principales economías parecen haber retenido inversiones. España no ha hecho mucho por remediarlo: en clave local, la secuencia electoral, la inestabilidad política y la conflictividad en Cataluña explicarían también esta parada inversora en todo el país.

La Comunidad de Madrid, que desde hace años absorbe el grueso de todas estas inversiones (más si cabe tras el descenso sufrido en Cataluña al tiempo que se complicaba su situación política), ha sido obviamente quien ha notado más la caída, con un 67% menos. Pero también pierden ritmo otras autonomías con una actividad considerable, como el País Vasco, que retrocede un 75%, o Aragón, que lo hace en un 70%.

En la media del último lustro

Según la información actualizada ayer por la Secretaría de Estado de Comercio, 2019 deja en la C. Valenciana un descenso por segundo año (desde los 1.206 millones recibidos en 2017). Con todo, se trata del cuarto mejor año desde el inicio de la crisis de 2008, y de una cantidad que se encuentra en la media de los últimos cinco ejercicios.

La inversión, de hecho, no se detuvo, ni siquiera en algunos sectores que llevaban tiempo arrojando dudas, como el automóvil, que en 2019 vivió importantes movimientos. Así, 2019 fue el año del lanzamiento del nuevo Ford Kuga en Almussafes (detenido ahora en su fase final por el coronavirus). También se mantuvieron las grandes operaciones corporativas en un sector tan trascendental como el azulejero. En concreto, en los últimos días del año, el grupo esmaltero Esmalglass, propiedad del fondo americano Lone Star, se hizo con la división cerámica de uno de sus competidores, Ferro, una gran operación cifrada en 412 millones de euros.

En cuanto al origen de las inversiones cuantificadas por el ministerio, los 753 millones proceden, por este orden, de Italia (156); Francia (115); Emiratos Árabes (107); Estados Unidos (102,5) y Reino Unido (44), en gran medida. Finalmente, los sectores más atractivos han sido la acuicultura (157,5 millones); la fabricación de cacao (137); la fabricación de productos plásticos para la construcción (100); el comercio al por mayor (48); las actividades inmobiliarias (20) o las actividades de programación informática (26).

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