Air Nostrum cesa su actividad de forma temporal como consecuencia de la crisis sanitaria derivada de la expansión del coronavirus. Así lo anunciaba ayer el presidente de la aerolínea valenciana, Carlos Bertomeu, en una carta dirigida a todo el personal de la compañía que trabaja para Iberia. El vuelo que conecta Nantes con Madrid de las siete de la tarde era el último programado. Como se recordará, la compañía había aprobado la semana pasada un ERTE de tres meses para toda la plantilla, 1.439 personas.

La compañía aérea informaba ayer a los empleados de que a las 19 horas iba a producirse su «último vuelo hasta nuevo aviso», tal como señalaban fuentes sindicales. Bertomeu admite en esa carta que se trata de un «un hecho sin precedentes en los más de 25 años de historia de Air Nostrum», ya que tras «2.316.604 vuelos y de 90.597.604 pasajeros transportados», la compañía «que ha funcionado de forma ininterrumpida 24 horas 365 días al año durante más de 5 lustros, dejará de volar temporalmente».

En la misiva a los trabajadores, el presidente de la aerolínea informa de la necesidad de realizar un «parón» por motivos «de fuerza mayor» como consecuencia de las «restricciones a la movilidad tanto nacional como internacional y el cierre de fronteras» ocasionadas por el coronavirus.

Bertomeu utiliza a lo largo de su comunicación con los empleados símiles automovilísticos y, asegura, la compañía realiza una «parada de motores» que aprovechará para el «mantenimiento en boxes» y, así, estar preparados para la vuelta a la competición. No obstante, el presidente de la compañía aérea valenciana informa a grandes rasgos sobre las medidas que está tomando la compañía en previsión de una recuperación económica más lenta de lo previsto.

«Garantizar la supervivencia»

Bertomeu asegura que se está haciendo «todo lo necesario para garantizar la supervivencia de la compañía», con tres líneas de actuación marcadas como prioritarias, como la supresión de la totalidad de los gastos discrecionales o el gasto por el estacionamiento de la flota en los aeropuertos españoles. Así, ha ido distribuyendo los aviones para su preservación en aeropuertos cuyo coste mensual de parking es cinco veces menor que el del aeropuerto de València y doce veces menor que el de Madrid, tal como explica en la carta enviada a los empleados.

También se está intentando, según Bertomeu, generar tesorería adicional con la elaboración de planes de viabilidad, preparación de escenarios alternativos, negociaciones de tipo de interés y plazo, entre algunas medidas.

«Curvas mal peraltadas»

Y, por último, Bertomeu incide en que se trabaja en asegurar la vuelta a la actividad en las mejores condiciones posibles. «Este grupo de acciones son en las que nos vamos a centrar en el futuro. Nos hemos de preparar para que la compañía despegue con potencia y con la calidad de siempre», enfatizaba en su escrito a los trabajadores. «Cuando arranquemos motores estos no sólo han de rugir con fuerza sino que tienen que estar «perfectamente calibrados» para las «curvas» que encontraremos en todos los circuitos y que se aventuran, como mínimo, muy cerradas y mal peraltadas», razonaba el presidente. Bertomeu alertaba a los trabajadores que la nueva puesta en marcha «llevará su tiempo y exigirá mucho trabajo» sin poner fechas para ese momento de reinicio.