La «operación mascarillas» contra el coronavirus se ha convertido en un ejemplo de colaboración público-privado que resume a la perfección la voluntad y motivación del tejido empresarial valenciano para hacer frente común en la lucha contra la pandemia. Desde ayer lunes, cinco empresas textiles valencianas que han reorientado su capacidad productiva están fabricando miles de mascarillas para llegar a seis millones de unidades en pocas semanas por encargo de la Generalitat, que aspira con este movimiento a reducir en buena medida, si no completamente, su dependencia de proveedores chinos para abastecerse de este artículo.

No es un pedazo de tela con dos cintas elásticas para cubrir la cara, sino de un modelo de mascarilla quirúrgica homologada en tiempo récord por el instituto tecnológico del textil, Aitex, con base en Alcoi, fruto de un trabajo discreto durante las dos últimas semanas liderado por el Ivace, de la Conselleria de Economía.

En concreto, las empresas que desde ayer (algunas desde el jueves pasado) están fabricando a destajo son Marie Claire, la popular enseña de medias con sede en Vilafranca; Cotoblau, del presidente de la patronal textil Ateval, Càndid Penalba, y las firmas Euromoda, Funcotex y Rapife.

El proyecto, que pone de manifiesto la versatilidad de unas empresas educadas en la obligación de reinventarse permanentemente tras la crisis que sacudió al sector a partir de la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), es muy ambicioso. Los cálculos de la conselleria indican que cada una de estas empresas confeccionarán al día unas 25.000 unidades, para llegar a los citados seis millones en unos dos meses. El propio Càndid Penalba, de Cotoblau, tenía previsto comenzar a servir hoy los primeros envíos al centro logístico en que se ha convertido Feria Valencia para la recepción de todo el material sanitario.

Licencia y homologación

Cabe destacar que no cualquier empresa puede confeccionar material sanitario ya que para poder hacerlo se necesita una Licencia Previa de Funcionamiento otorgada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), de acuerdo al Real Decreto1591/2009, de 16 de octubre. Necesitan además tener un espacio particular, lo que se conoce como sala blanca, que cumpla determinadas condiciones higiénicas para trabajar.

Además de las cinco empresas de confección, otras dos empresas valencianas, una de Ontinyent y otra de Cocentaina están ejerciendo de proveedores de la tela para la elaboración de estas mascarillas quirúrgicas, lo cual garantiza que, en principio, la mayoría de la cadena de producción estaría en manos valencianas, cumpliendo el objetivo de evitar la dependencia de otros mercados con un producto crítico como este ya que, según parece, habría materia prima suficiente.

La cantidad, aunque pueda parecer exagerada (seis millones, con una población de cinco), no lo es tanto, teniendo en cuenta que lo que pretende la administración es que su uso, en principio para sanitarios, personal de residencias, fuerzas y cuerpos de seguridad y empresas que también trabajan con equipos de protección, sea el de un producto desechable, y no tengan que reutilizarse.

Grupo Aquaclean

Con todo, además de este proyecto, en pocos días otra empresa del sector textil podría tener lista una nueva versión de mascarilla quirúrgica, en cuya homologación está trabajando también Aitex, para su producción a escala masiva. Se trataría de Interfabrics, una empresa con sede en Muro d'Alcoi y que pertenece al grupo Aquaclean, que se dedica a la fabricación de tejidos para sofás con una tecnología repelente de manchas.