Ante la crisis generada por la covid-19, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) exige al Gobierno de España que lidere un frente común dentro de la Unión Europea (UE) para tratar de normalizar las relaciones diplomáticas con Rusia y, de ese modo, recuperar un mercado crucial al que desde hace más de cinco años algunas producciones agroalimentarias, entre ellas las frutas y hortalizas, tienen la entrada vetada por causas ajenas al sector.

Aunque esta reivindicación se remonta a la adopción del veto ruso en agosto de 2014, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, considera que "ahora es un momento especialmente adecuado para abordar una solución diplomática debido a las graves perturbaciones que la emergencia sanitaria del Covid-19 está causando sobre el consumo alimentario en todos los países afectados por la pandemia, incluido Rusia. Es hora de pasar página por parte tanto de la UE como de Rusia.

Situaciones excepcionales

Situaciones tan excepcionales como el Covid-19 nos deben servir para apartar diferencias y ver lo que es verdaderamente importante". Esa es la misma posición que defiende la organización Asaja a nivel nacional, así como otras asociaciones de productores de Bélgica u Holanda, las cuales también se han dirigido a sus respectivos gobiernos estatales a fin de reclamarles pasos necesarios para reabrir los envíos hortofrutícolas actualmente vetados a Rusia. "España no tiene menos motivos para sumarse, e incluso para encabezar, una presión a nivel comunitario en aras de levantar el veto ruso y acceder a un mercado más necesario que nunca", agrega Aguado.

Bloqueo comercial

Este bloqueo comercial, decretado a raíz de las sanciones de Estados Unidos y la propia UE a Rusia por el conflicto con Ucrania, ha ocasionado pérdidas millonarias al sector hortofrutícola valenciano. Además de los cítricos y las hortalizas, el principal cultivo damnificado es el caqui, cuyas cotizaciones en origen se han desplomado más de un 40% en este periodo. Por el contrario, otros países como Egipto, Turquía o Marruecos han aprovechado esta coyuntura para sustituir a la UE en el suministro de frutas y hortalizas al mercado ruso.