El desencuentro entre la conselleria de Economía y las empresas de distribución alimentaria por los festivos de libre apertura no es el primer encontronazo entre empresas privadas y la administración en este estado de alarma. Hace una semana, la Delegación de Gobierno trató de fijar como hora de cierre para los supermercados las siete de la tarde, con el objetivo de reducir el tráfico de ciudadanos por las calles. Es un horario que ya se ha autoimpuesto Mercadona. Otras cadenas cierran más tarde. Con todo, la patronal presionó para evitar un cambio que no se le había consultado y la delegación rectificó. De hecho, culpó a la conselleria del malentendido.